Miami (EE.UU.) (EFE).- Una de cada cinco personas que planea tener hijos en los próximos diez años en EE.UU. ha considerado mudarse de estados con restricciones al aborto o conoce a alguien que lo ha hecho debido a estas políticas, según un sondeo dado a conocer este lunes por el Centro de Derechos Reproductivos.
La encuesta, realizada a más de 10.000 personas por el Instituto de Investigación de Políticas para las Mujeres (IWPR, en inglés), detalla además que el 57 % de los futuros padres tiene prioridad por trabajar en empresas que ofrezcan beneficios de salud reproductiva.
Agrega que en los estados antiaborto en EE.UU., sólo el 30% de los encuestados apoya estas políticas.

El Centro de Derechos Reproductivos, que respaldó el sondeo, subraya que las políticas antiaborto en EE.UU. causan un éxodo de trabajadores y una amenaza para la economía de varios estados.
Agrega que cada vez más personas que planean formar una familia están abandonando estos estados, lo que podría poner en riesgo a largo plazo la estabilidad de la economía en estas regiones.
La economía en los estados antiaborto en EE.UU.
Otro estudio reciente del Instituto Tecnológico de Georgia y el Colegio de Wooster encontró que los estados antiaborto han perdido más de 36.000 residentes por trimestre desde la decisión de la Corte Suprema de EE.UU. de suprimir las protecciones al aborto en 2022.
Desde 2022 una docena de estados prohíben totalmente el aborto, entre los que están Texas y Luisiana, mientras una treintena más tiene restricciones.
Los hallazgos de la encuesta, según el centro, indican que la falta de a servicios de salud reproductiva está afectando directamente la competitividad económica de los estados con estas medidas.

Agrega que la migración de jóvenes y profesionales en edad productiva podría generar impacto desde la recaudación fiscal hasta la disponibilidad de mano de obra calificada, obligando a las empresas y gobiernos locales a reconsiderar sus políticas para evitar un declive económico prolongado.
Un análisis anterior del IWPR señaló que los estados antiaborto de EE.UU. estaban costando a la economía de Estados Unidos 61.000 millones de dólares cada año.
La restricción al a la salud reproductiva reduce la participación de las mujeres en la fuerza laboral, lo que causa pérdidas en salarios y poder adquisitivo para ellas y sus familias, señaló el estudio.