Brasilia (EFE).- La Corte Suprema de Brasil rechazó este martes todas las alegaciones presentadas por el expresidente Jair Bolsonaro y otros siete acusados por el intento de golpe de Estado y dejó para el miércoles la decisión de si acepta la denuncia y abre un juicio penal.
La Sala Primera del Supremo, formada por cinco jueces, realizó hoy dos audiencias que sirvieron para la lectura del informe del caso, la presentación de los argumentos de la Fiscalía y los alegatos de las defensas de este primer grupo de acusados, apuntado como el núcleo de la conspiración.
Este miércoles, a partir de las 09.30 hora local (12.30 GMT), los magistrados analizarán finalmente si ven indicios suficientes para procesar a Bolsonaro por cinco delitos, cuyas penas máximas sumadas rondan los 40 años de cárcel.
El líder ultraderechista fue el único de los ocho acusados que acompañó en persona este primer día de juicio. Lo hizo escoltado por su equipo de abogados y algunos de sus aliados.
Hubo un plan de golpe para mantener a Bolsonaro en el poder, según el fiscal
El exmandatario escuchó la dura exposición del fiscal general, Paulo Gonet, quien volvió a acusarlo de «liderar» una trama golpista, junto con el exministro y general retirado Walter Braga Netto para garantizar su continuidad en el poder «a todo coste» tras las elecciones de 2022, que venció el actual presidente, Luiz Inácio Lula da Silva.
«Todos aceptaron, estimularon y realizaron actos tipificados en la legislación penal de atentado contra la existencia del Estado democrático de derecho», afirmó.
Gonet señaló que el golpe se empezó a gestar en 2021, en mitad del mandato de Bolsonaro, y se aceleró cuando Lula recuperó sus derechos políticos tras la Justicia anular sus condenas por corrupción ese mismo año.

El fiscal aseveró que la trama «documentó» su proyecto «autoritario» de poder a través de manuscritos, archivos digitales, planillas e intercambio de mensajes «reveladores sobre la marcha de la ruptura democrática».
«La tentativa de golpe es evidente», zanjó Gonet, que ha denunciado a un total de 34 personas en el caso.
Antes de la intervención del fiscal, el magistrado instructor del caso, Alexandre de Moraes, presentó un informe general del caso en el que citó los delitos atribuidos a los acusados, describió los actos por los que están denunciados y relató cómo se llevaron a cabo las etapas del proceso hasta el juicio de este martes.
«Todos los acusados, en unidad de propósito y división de tareas, contribuyeron significativamente al proyecto violento de poder de la organización criminal, especialmente al mantenimiento del escenario de inestabilidad social que culminó en los hechos lesivos», afirmó Moraes.
La defensa pide anular el testimonio principal
La defensa de Bolsonaro solicitó a la Corte Suprema la anulación del principal testimonio del caso, por presuntas irregularidades.
El teniente coronel Mauro Cid, exedecán del expresidente, prestó testimonio en el marco de un acuerdo de cooperación judicial e implicó tanto al líder ultraderechista como a varios de los de su entorno político en una supuesta conspiración para impedir la llegada Lula al poder.
Según el abogado del exmandatario, Celso Sanchez Vilardi, la declaración de Cid no fue espontanea, como debería haber ocurrido, puesto que los investigadores fueron guiándole en el interrogatorio.

El letrado explicó que cuando se realiza una colaboración de este tipo, el delatador cuenta su versión de los hechos y los investigadores buscan las pruebas posteriormente.
Y, en este caso, «hubo una inversión», «fue al revés: el Estado trajo pruebas, y él se adaptó a las pruebas».
Durante su intervención, el defensor insistió en la inocencia del ex jefe de Estado, aseguró que ningún documento compromete a Bolsonaro y negó su participación en los planes para asesinar a Lula, al vicepresidente Geraldo Alckmin y a De Moraes.
Carpetazo a los recursos de las defensas
Acto seguido, se votaron los recursos presentados por los acusados por supuestos agravios reglamentarios e irregularidades en el transcurso de la causa. Todos quedaron archivados; todos, por unanimidad menos uno.
Los abogados intentaron sin éxito apartar a varios de los jueces por supuesta falta de imparcialidad, entre ellos Cristiano Zanin, antiguo abogado personal de Lula; el propio De Moraes, por ser presunta víctima del golpe, y Flávio Dino, quien fue ministro de Justicia de Lula hasta el año pasado.

También declararon la incompetencia del Supremo para juzgar el caso y que al menos este debería ser estudiado por los once jueces del plenario. Solo aquí uno de los cinco magistrados, Luiz Fux, aceptó tal argumento.
Las defensas pidieron además la nulidad de la causa por entender que se violó el debido proceso legal al no tener a las pruebas en bruto y al haber realizado la Policía allanamientos sin buscar pruebas concretas, entre otras presuntas irregularidades. Los magistrados rechazaron estos alegatos.
Próximos pasos
Este miércoles se celebrará la tercera y previsiblemente última audiencia para decidir si se acepta la denuncia.
Si la mayoría aprueba la denuncia, Bolsonaro y los otros siete acusados serán juzgados por cinco delitos: abolición violenta del Estado democrático de derecho, intento de golpe de Estado, implicación en organización criminal armada, daño calificado y deterioro de patrimonio protegido.