Trabajadores de la Media Luna Roja Palestina en una rueda de prensa sobre la muerte de paramédicos cuyos cadáveres fueron hallados el domingo en una fosa común en Gaza. EFE/Magda Gibelli

El Gobierno palestino califica como crimen de guerra la muerte de 15 paramédicos en Gaza

Jerusalén (EFE).- El Ministerio de Exteriores palestino denunció que la muerte de 15 trabajadores de la Media Luna Roja, de emergencias y de la ONU tras haber sido atacados por el Ejército israelí hace ocho días en el sur de Gaza «constituye un crimen de guerra que requiere rendición de cuentas internacional».

En un comunicado difundido este lunes por la agencia oficial palestina Wafa, el ministerio afirma que las fuerzas israelíes «ejecutaron» a los paramédicos «después de torturarlos» y dejaron luego sus cuerpos en el lugar (el barrio de Tal el Sultan, en Rafah) «sin ningún escrúpulo moral o legal».

Guerra de genocidio, según las autoridades palestinas

Tras una semana sin tener noticias de ellos, personal de la Media Luna Roja Palestina y de la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) halló este domingo «enterrados» 14 cuerpos sin vida: los de 8 paramédicos, 5 rescatistas de la Defensa Civil y un trabajador de la ONU.

Dos días antes, la Media Luna Roja había recuperado el cuerpo «destrozado» de Anwar Abdul Hamid al Attar, el jefe de la misión de la Defensa Civil en Rafah, sepultado bajo un camión de bomberos, y continúa buscando a un compañero paramédico desaparecido.

Estas personas habían acudido a Rafah para atender a las víctimas civiles de un bombardeo israelí cuando, según denuncia la Media Luna Roja, fueron asediados por las tropas israelíes.

«Este crimen y otras masacres masivas se inscriben en el marco de la guerra de genocidio, desplazamiento y anexión contra nuestro pueblo y revelan la atrocidad de lo que las fuerzas de ocupación están cometiendo a diario contra los civiles palestinos y los equipos humanitarios, de la ONU, médicos y periodísticos», denuncian las autoridades palestinas.

«Vinieron a salvar vidas y acabaron en una fosa común»

Según el Ministerio de Exteriores, Israel pretende «matar todas las formas de vida y convertirla (a Gaza) en una tierra no apta para la vida humana en el camino hacia la imposición del desplazamiento forzado de los ciudadanos palestinos».

Las autoridades palestinas han reiterado su llamamiento a «una acción internacional seria que esté a la altura de las responsabilidades impuestas por el derecho internacional y que haga rendir cuentas a los criminales de guerra israelíes y a quienes están detrás de ellos».

Por su parte, el jefe para Palestina de la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), Jonathan Whittall, denunció este lunes que «el personal sanitario nunca debería ser un objetivo (de guerra)» y dijo que los 15 paramédicos y rescatistas muertos en Gaza tras un ataque israelí se dirigían a salvar vidas pero «terminaron en una fosa común».

«Están siendo desenterrados con sus uniformes y guantes puestos. Vinieron para salvar vidas. En cambio, terminaron en una fosa común. Sus vehículos, ambulancias, vehículos de la ONU y de la Defensa Civil están aplastados y abandonados, cubiertos de arena junto a nosotros», dijo Whittall en X, quien participó ayer en la operación de rescate.

Según la Defensa Civil gazatí, mañana está previsto que el equipo forense, que está investigando el suceso informe de las causas de muerte de los paramédicos.

El Ejército israelí confirmó a EFE hace días en un comunicado que el pasado 23 de marzo había disparado contra «vehículos sospechosos», entre ellos ambulancias y un camión de bomberos, en esta zona.

En el parte alegaba que en ellos se encontraban milicianos de Hamás y de la Yihad Islámica que fueron «eliminados», sin aportar pruebas sobre tales acusaciones.