Nueva Delhi (EFE).- Las autoridades militares de la India y de Pakistán acordaron este lunes extender el acuerdo de alto el fuego pactado durante el fin de semana, en la primera conversación de los altos mandos desde la tregua que puso una pausa a días de bombardeos entre los dos vecinos con armas nucleares.
«Las conversaciones entre los DGsMO (directores generales de operaciones militares) se celebraron a las 17:00 horas del 12 de mayo de 2025. Se abordaron cuestiones relacionadas con la continuidad del compromiso de ambas partes de no disparar ni iniciar ninguna acción agresiva ni hostil», indicó el Ejército indio en un breve comunicado enviado a los medios.
La tensión entre India y Pakistán
La India y Pakistán tienen una larga historia de conflicto y rivalidad, principalmente derivada de disputas territoriales.
Si bien existe un acuerdo formal de alto el fuego a lo largo de la Línea de Control (LdC), la frontera de facto que divide la disputada región de Cachemira, en las últimas tres semanas las naciones protagonizaron una de sus peores escaladas militares.
Durante las conversaciones a nivel de los directores operacionales, un canal clave para la comunicación militar directa entre ambos países, ambas partes acordaron explorar medidas inmediatas y viables para reducir el número de tropas estacionadas cerca de la frontera y en las zonas operativas avanzadas.
La conversación de este lunes marcó el primer o directo entre los altos mandos militares de ambos países en las primeras 48 horas posteriores al anuncio del alto el fuego entre las dos potencias nucleares del sur de Asia, con la mediación de Estados Unidos.
El origen de la última escalada del conflicto
El ministro de Defensa de Pakistán, Khawaja Asif, dijo en una entrevista con el canal paquistaní Geo News que las conversaciones con la India abordarían tres puntos, la situación de la disputada región de Cachemira, el terrorismo y la gestión del agua, especialmente afectada tras la suspensión unilateral por parte de la India del Tratado de Aguas del Indo, suscrito por Nueva Delhi e Islamabad en 1960.
La frontera entre la India y Pakistán suelen estar fuertemente militarizadas, especialmente en la Línea de Control, la frontera de facto del disputado territorio de Cachemira.
Hace casi tres semanas, una masacre por hombres armados en la Cachemira istrada por la India causó la muerte de 26 turistas, de la que Nueva Delhi culpó a terroristas apoyados por Pakistán.
La soberanía de Cachemira
La soberanía de esta región del Himalaya occidental sigue siendo el principal punto de fricción entre la India y Pakistán. El conflicto se remonta a la independencia y posterior partición de la India y Pakistán del Imperio británico en 1947.

En un mensaje publicado ayer en su perfil de la red social Truth Social, Trump aseguró que trabajaría con Nueva Delhi e Islamabad para intentar alcanzar una solución para el problema de Cachemira «después de ‘mil años'».
Las autoridades indias anunciaron la reapertura de 32 aeropuertos en el norte y oeste del país, tras seis días de cierre, como medida de seguridad ante ataques con misiles y drones lanzados por Pakistán, en la que ha sido una de las peores escaladas militares entre ambas potencias de las últimas décadas.
Los vuelos están completamente operativos y las escuelas han reabierto sus puertas este lunes en todo Pakistán tras el alto el fuego acordado con la India.
En total, más de cien personas murieron desde el 22 de abril en la escalada violenta entre la India y Pakistán, la más grave desde la guerra del Kargil de 1999.
India confirma la primera noche de calma
El Ejército indio confirmó este lunes el cese de los disparos en la Cachemira bajo control indio durante la noche, marcando la primera sin incidentes reportados a lo largo de la Línea de Control (LdC), la frontera de facto con Pakistán, tras 16 noches consecutivas de intensos intercambios de fuego.
No obstante, Nueva Delhi denunció violaciones del alto el fuego, principalmente en Cachemira, horas después de que se lograse el acuerdo.
En total, más de 30 civiles y 11 soldados murieron, se produjeron daños materiales generalizados y miles de personas fueron forzadas a desplazarse en aldeas fronterizas de la región.