Bangkok (EFE).- Al menos cinco personas han fallecido por las inundaciones registradas a raíz del temporal de lluvia que golpea el estado de Nueva Gales del Sur, el más poblado de Australia, donde miles de personas se encuentran aisladas, informaron este viernes las autoridades.
La quinta víctima confirmada es un octogenario, cuyo cuerpo sin vida fue hallado por los rescatistas horas después de que encontrasen el cadáver de otro hombre de 70 años, ambos reportados como desaparecidos desde el jueves.
Otras tres personas, dos hombres y una mujer, perdieron la vida durante este desastre, por el que la Policía volvió a pedir hoy precaución, mientras espera que las lluvias comiencen a amainar en cualquier momento y las aguas empiecen a retroceder.
Algunas de las poblaciones más afectadas son Taree, Glenthorne, Oxley Island y Moto, ubicadas en las regiones de Hunter y Mid North Coast, a más de 300 kilómetros al norte de Sídney, urbe que desde la noche del jueves registra fuertes lluvias e inundaciones puntuales en barrios periféricos del noroeste.
Más de 700 rescates
El director del Servicio de Emergencias regional, Dallas Byres, indicó hoy que unas 50.000 personas permanecen en zonas aisladas, de las cuales al menos 9.000 se encuentran en zonas bajo alerta de evacuación.
«Hemos observado cierta disminución en el nivel de algunos ríos, sin embargo, nos preocupa que puedan volver a subir al llegar al caudal las lluvias registradas en zonas del interior y montañosas», apuntó durante una entrevista con el canal público ABC.
Desde que el lunes comenzaran a registrarse las inundaciones, los equipos de emergencia han realizado más de 700 rescates, según la última actualización del organismo de salvamento.
Una de las prioridades durante este viernes ha sido «reabastecer a las comunidades aisladas (…) que podrían quedar atrapadas durante varios días hasta que retrocedan las aguas» mediante el transporte de comida, medicinas y material de emergencia con barcas y helicópteros, apunta en un comunicado el Servicio de Emergencias.
Por su parte, el primer ministro, Anthony Albanese, expresó en X sus condolencias por los «trágicos» fallecimientos.
Las autoridades estiman que unas 50.000 personas podrían quedar aisladas, mientras que planifican un posible operativo para realizar una evacuación a gran escala.
Se registran 300 milímetros de lluvia
Este jueves más de 100 escuelas permanecieron cerradas, mientras que alrededor de 5.000 viviendas se encuentran sin suministro eléctrico, según las cifras oficiales.
En algunas zonas los registros indican que han caído hasta 300 milímetros de lluvia, tres veces el total promedio en el mes de mayo.
«Este desastre natural ha sido terrible para la comunidad. Ha afectado a un gran número de personas y a decenas de miles de casas y, como resultado, nos preparamos para más malas noticias», apuntó ante los medios el líder del gobierno regional, Chris Minns.
Unas 2.500 personas del servicio de emergencia, apoyadas por 2.200 voluntarios, 500 vehículos y barcos y 13 helicópteros, participan en las tareas de emergencia, cifró el político.
