Naciones Unidas (EFE).- Estados Unidos advirtió este jueves que va a rechazar «cualquier intento unilateral de reconocer un Estado palestino», en una clara alusión a Francia, que el próximo 17 de junio será sede de una conferencia sobre la solución de los dos Estados en Oriente Medio y ha insinuado que podría aprovechar ese foro para formalizar su reconocimiento a Palestina.
«Estados Unidos está al lado de Israel y de manera inequívoca rechaza cualquier intento de reconocer un estado palestino o de imponer condiciones a Israel», dijo ante el Consejo de Seguridad de la ONU el representante estadounidense, John Kelley, en una sesión dedicada precisamente a Palestina.
El reconocimiento de un estado palestino -explicó Kelley- «sería una recompensa inconcebible al odioso ataque de Hamás en Israel que masacró y secuestró brutalmente a israelíes y estadounidenses», en referencia a los ataques de Hamás del 7 de octubre de 2023.
El Estado palestino cuenta con el reconocimiento de 140 Estados de los 193 de la ONU –entre ellos España y algunos países de Europa-, pero ninguna de las grandes potencias del G7 lo han hecho todavía, por lo que si Francia diera ese paso, sería muy significativo.
Israel pide a la ONU «dejar su ego de lado»
Entre tanto, Israel acusó a la ONU de «intimidar» y de «tomar represalias» contra las ONG que se han prestado a colaborar en el polémico sistema de entrega de ayuda humanitaria puesto en marcha por la organización estadounidense Fundación Humanitaria para Gaza (GHF), en colaboración con el estado hebreo.
El embajador israelí ante la ONU, Danny Danon, escaló en el Consejo de Seguridad la retórica contra Naciones Unidas: «Están usando amenazas, intimidación y represalias contra las ONG que decidieron participar en el nuevo mecanismo humanitario (…) La ONU ha vuelto a elegir el lado equivocado: no solo rechazan condenar a Hamás, están uniéndose a ellos activamente para bloquear esa ayuda».

Ya antes de iniciar la sesión de hoy, Danon defendió el de Israel sistema de ayuda para la población de Gaza, que comenzó el martes de forma caótica y generó disturbios en los puntos de entrega, y pidió a a la ONU que «deje su ego de lado» y se sume a ese mecanismo en lugar de criticarlo.
El representante de Israel aseguró que un grupo de ONG internacionales decidió participar en el GHF, «ignorando los llamamientos de la ONU a boicotearla», y ante ello «la respuesta de la ONU fue brutal: como la mafia, sin ninguna discusión ni debido proceso, la ONU sacó a esas ONG de su base de datos aprobada por la Asamblea General».
La ONU responde
Pocos minutos antes, en su rueda de prensa diaria, el portavoz de la secretaría general, Stéphane Dujarric, había reiterado que el reparto de ayuda que promueve el Gobierno de Israel a través de la GHF no cumple los requisitos de imparcialidad y neutralidad, y reiteró que la ONU no cederá en lo que considera principios innegociables.
Pero profundizó al acusar a Israel de poner trabas incesantes a la entrega de ayuda por los canales «normales» utilizados por la ONU: concretamente, dijo que solo en el día de hoy Israel denegó seis operaciones a la ONU dentro de Gaza, necesarias para «coordinar los movimientos humanitarios» dentro de la Franja.
El plan apoyado por Israel y Estados Unidos "es una distracción de lo que realmente se necesita, que es la reapertura de todos los cruces hacia Gaza" dice @UNOCHA https://t.co/6MCGV8DRV2
— Noticias ONU (@NoticiasONU) May 27, 2025
Y así, explicó, que desde la semana pasada, de los 900 camiones con ayuda presentados por la ONU ante Israel, 800 fueron aprobados, pero solo 500 pudieron ser descargados en el lado israelí de la frontera (por las trabas istrativas), y, de ellos, solo 200 pudieron llegar a sus beneficiaros palestinos.
«Como poder ocupante, Israel debe autorizar y facilitar esa ayuda urgentemente necesitada», remachó Dujarric.
EE.UU. vislumbra un mejor futuro para Gaza
Al tiempo, desde Washington, el enviado especial de Estados Unidos, Steve Witkoff, explicó que va a presentar una nueva propuesta para un acuerdo de tregua y liberación de rehenes en Gaza, y expresó su confianza de que las partes la aceptarán.
«Estamos a punto de enviar una nueva hoja de ruta que, esperamos, se entregará hoy más tarde. El presidente la revisará y tengo muy buenas expectativas de alcanzar una tregua temporal y una solución a largo plazo», declaró Witkoff ante la prensa en la Casa Blanca.

Por otro lado, el representante estadounidense Kelley evitó hoy en la ONU hablar de la guerra y prefirió centrarse en lo que llamó «un futuro lleno de oportunidades para el pueblo de Gaza», siempre que sea «libre de Hamás».
Ese brillante futuro para Gaza y todo el Oriente Medio estaría «definido por el comercio y no el caos», uno en el que los estados «exportan tecnología en lugar de terrorismo y donde las gentes de distintas naciones y credos construyen juntos las ciudades».
Kelley se dijo convencido de que «una nueva generación de líderes está trascendiendo los antiguos conflictos», y Estados Unidos «ayudará a forjar esa nueva realidad junto a Israel y nuestros socios árabes».
Aunque algunos analistas han subrayado que el nuevo gobierno de Trump ha tomado distancias con Israel, sus posiciones en Naciones Unidas han demostrado un apoyo sin fisuras y sin la menor crítica al Estado hebreo.