Jerusalén (EFE).- Al menos 31 personas murieron y más de un centenar resultaron heridas por disparos cerca de un punto de distribución de ayuda de la Fundación Humanitaria para Gaza (GHF, en inglés) en el sur de la Franja de Gaza, aseguró este domingo el Ministerio de Sanidad gazatí.
La fundación, apoyada por Israel y Estados Unidos, aseguró en un comunicado que los «rumores» sobre muertos y heridos en el punto de distribución son falsos, y acusó al grupo islamista Hamás, que gobierna el enclave, de propagarlos.
«Observamos todos los días esfuerzos coordinados que instigan narrativas falsas y distorsionan la cobertura mediática sobre las operaciones de nuestros puntos de distribución», aseguró el grupo en un comunicado.
El Ejército israelí, por su parte, dijo no tener constancia de «heridas causadas por disparos de las FDI (Fuerzas de Defensa de Israel) dentro del punto de distribución de la Fundación Humanitaria para Gaza». «El asunto se está investigando», añadieron las fuerzas.
«Una horrible masacre» de civiles
Según el ministerio, los fallecidos presentaban una sola herida de bala en la cabeza o en el pecho.

Mientras, Hamás denunció en un comunicado lo que calificó de «una horrible masacre» de civiles.
«Pedimos a la ONU que forme una comisión de investigación internacional independiente y entre en Gaza para investigar estos crímenes sistemáticos contra civiles y exigir a los responsables que rindan cuentas como criminales de guerra», aseguró el grupo islamista.
Caos para recoger alimentos
Miles de palestinos acudieron este fin de semana al corredor militarizado de Nuseirat, en la zona central de Gaza, para intentar recoger alimentos entregados por una organización creada conjuntamente por Israel y Estados Unidos para intentar reemplazar el sistema de ayuda de la ONU, en medio de una situación de hambre generalizada.
Muchos regresaron sin nada, según se observa en un vídeo difundido por la Oficina de Coordinación Humanitaria de Naciones Unidas.
Las escenas son de caos ya que no se observa ninguna distribución organizada, mientras que la recogida de cajas con alimentos es resguardada por vehículos y efectivos fuertemente armados (pertenecientes a una empresa privada estadounidense de seguridad) que alejan a la gente -incluso se escuchan tiros- cuando los suministros se han agotado.
Para la recogida, una multitud de gazatíes deben ir por estrechos corredores rodeados de alambrados de púas, pero se ve que muchos vuelven con las manos vacías y lamentándose amargamente.
«¿A dónde vamos a recurrir? No hay comida, no hay agua, no hay nada… La gente se está robando entre si ahora», dice un hombre en el vídeo, mientras que otros afirman haber caminado y hasta corrido grandes distancias para llegar al lugar y no encontrar nada.
Una mujer lamenta la situación: «Es una vergüenza, nunca habíamos llegado a este punto. ¿Por qué está pasando esto? Mi hijo no ha comido ni pan en cuatro días», afirma.
El vídeo también contiene comentarios del jefe de la Oficina de Coordinación Humanitaria de la ONU en los territorios palestinos, Jonathan Whittall, que sostiene que esto «no es un esquema de distribución, es un simple control de la ayuda, es una escasez diseñada».
Sostuvo que la idea es que los palestinos que lleguen a alguno de los cuatro puntos de distribución, ubicados en el centro y sur de Gaza, recibirán de cualquier modo raciones mínimas.
Más de treinta personas han muerto y un centenar resultaron heridas por disparos registrados cerca de uno de esos puntos de distribución en el sur de Gaza, según informaciones del Ministerio de Sanidad gazatí, dependiente de Hamas.
Una «trampa mortal»
El jefe de la agencia de Naciones Unidas para los refugiados palestinos (UNRWA), Philippe Lazzarini, advirtió que la distribución de ayuda en Gaza, a través de complejos militarizados respaldados por EE.UU. e Israel, se ha convertido en una «trampa mortal».
«Muchas víctimas entre civiles hambrientos, incluidas decenas de heridos y muertos, debido a los disparos de esta mañana», denunció en un comunicado Lazzarini sobre lo sucedido en uno de los pocos puntos de distribución operativos, en el extremo sur de Rafah.
Lazzarini describió también este sistema de «humillante», ya que fuerza a miles de palestinos, muchos con numerosos niños, caminar kilómetros a fin de intentar llevarse algo a la boca, a través de un terreno devastado y peligroso por los ataques israelíes.
El responsable de la UNRWA reiteró que la entrega y distribución de ayuda «a gran escala y segura» solo puede hacerse a través de las Naciones Unidas, e instó a Israel a levantar el asedio y permitir a la ONU «un seguro y sin trabas».
Soldados israelíes sí abrieron fuego cerca de punto de ayuda
Este domingo, de madrugada, soldados del Ejército israelí lanzaron «disparos de advertencia» contra gazatíes a una distancia de un kilómetro del punto de distribución de alimento en Rafah, confirmó una fuente militar israelí bajo anonimato, que sin embargo negó que se tratase del mismo suceso en el que fueron asesinados una treintena de palestinos.
«Aproximadamente a un kilómetro del centro de distribución de ayuda humanitaria, y fuera del horario de atención del mismo, efectivos del Ejército actuaron para impedir que varios sospechosos se acercaran a las tropas», detalló la fuente militar.
«Durante la actividad, se realizaron disparos de advertencia contra varios sospechosos que avanzaban hacia las tropas. No existe ninguna conexión entre este incidente y las falsas acusaciones contra las Fuerzas de Defensa de Israel», añadió.
Sin embargo, según testigos citados por la prensa local, miles de gazatíes en busca de alimento se desplazaban esta noche por Rafah cuando las tropas abrieron fuego sobre las 03.00 de la madrugada (00.00 GMT) y a apenas un kilómetro del punto de entrega de entrega de alimento, manejado por contratistas norteamericanos y la Fundación Humanitaria para Gaza.