Naciones Unidas (EFE).- El secretario general de la ONU, António Guterres, pidió este martes «una investigación inmediata e independiente» de las matanzas perpetradas en Gaza contra personas que se encontraban a la espera de comida, que se han repetido los últimos días.
«Los perpetradores (de las matanzas) deben responder de sus actos», subrayó Guterres, quién dijo que es «inaceptable que civiles pongan sus vidas en peligro, y que las pierdan, por conseguir comida».

Este martes murieron 27 personas por disparos del ejército israelí en las cercanías de un centro de distribución de ayuda, disparos que el ejército israelí reconoció haber realizado para «supuestamente» protegerse de unos individuos que se habían desviado «de las rutas de designadas». El lunes fallecieron otras 31 personas en circunstancias similares.
La ONU, apartada de los repartos humanitarios en Gaza
Los palestinos «tienen el derecho fundamental a comida apropiada para verse libres del hambre», continuó Guterres, que una vez más volvió a reclamar a Israel que permita a la ONU encargarse de esos repartos de comida y ayuda humanitaria y no ponga trabas a sus agencias.
Israel «tiene obligaciones claras bajo la ley humanitaria internacional a facilitar el alivio humanitario para todos los civiles que lo necesiten», recordó una vez más, aunque llamamientos similares en el pasado han caído en el vacío.
El gobierno israelí ha apartado a la ONU del reparto de la muy limitada ayuda humanitaria que ha permitido en Gaza y ha puesto al frente a una Fundación Humanitaria para Gaza (GHF), organismo privado creado en Estados Unidos por contratistas con experiencia en pasadas guerras y que se ha visto sobrepasada en los pasados días por las escenas de pánico y desesperación.

Hoy se supo que el Boston Consulting Group abandona las operaciones de logística de la GHF, lo que supone un golpe para esta última organización, cuyo plan de reparto de alimentos respaldado por Israel y EE.UU. ha recibido fuertes críticas de grupos internacionales.