Washington (EFE).- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó este martes que, de ser necesario, invocará la Ley de Insurrección para disolver militarmente las protestas desatadas en Los Ángeles (California) contra las redadas migratorias.
La Ley de Insurrección, promulgada en 1807, otorga al presidente la facultad de desplegar al Ejército para reprimir episodios de desorden civil, y se considera uno de los poderes de emergencia más contundentes en el país.
«Si hay una insurrección, sin duda la invocaría. Ya veremos. Pero les puedo decir que anoche fue terrible. La noche anterior también fue terrible», declaró Trump ante la prensa en el Despacho Oval.
El mandatario republicano añadió que el lunes por la noche «hubo ciertas zonas» de la ciudad que, a su juicio, «podrían haber sido insurrecciones».
Trump reveló además que conversó «hace un día» con el gobernador de California, el demócrata Gavin Newsom —con quien mantiene una tensa relación—, para pedirle que «hiciera un mejor trabajo».
Por su parte, California solicitó este martes a un tribunal federal que emita una orden de emergencia para bloquear el despliegue ordenado por Trump en Los Ángeles, una petición que finalmente un juez denegó al dar más tiempo a la istración Trump para responder a la querella legal.
NEW: I just filed an emergency motion to block Trump’s illegal deployment of Marines and National Guard in Los Angeles.
— Gavin Newsom (@GavinNewsom) June 10, 2025
Trump is turning the U.S. military against American citizens.
The courts must immediately block these illegal actions. pic.twitter.com/ms4JELUk3v
El costo del despliegue militar
Los cientos de militares desplegados en Los Ángeles para sofocar las protestas migratorias antigubernamentales tendrán un costo de 134 millones de dólares, según informó este martes el Pentágono.
El Gobierno de Donald Trump ordenó en las últimas horas el despliegue de 2.000 efectivos de la Guardia Nacional, sin el visto bueno del gobernador, y de 700 del Cuerpo de Marines.

Este despliegue tendrá un costo de 134 millones de dólares, que cubrirán transporte, alimentación, alojamiento y otros gastos hasta un máximo de 60 días.
El secretario de Defensa, Pete Hegseth, aseguró ante un comité del Congreso que el despliegue militar responde a una invasión por parte de una nación extranjera, una rebelión o insurrección peligrosa contra la autoridad del Gobierno y una incapacidad para hacer cumplir las leyes con fuerzas regulares.
«A mí me parecen las tres. Si tienes millones de inmigrantes ilegales de los que no sabes de dónde vienen, ondeando banderas extranjeras y agrediendo a agentes de Policía, eso es un problema», afirmó el jefe del Pentágono.
Trump vincula los disturbios con una supuesta «invasión extranjera»
El presidente republicano aseguró que los disturbios que se están produciendo por las redadas migratorias buscan «prolongar una invasión extranjera» del país.
«Lo que están presenciando en California es un ataque total a la paz, al orden público y a la soberanía nacional, perpetrado por alborotadores que portan banderas extranjeras con el objetivo de prolongar una invasión extranjera de nuestro país. No vamos a permitir que eso suceda», dijo Trump durante un mitin en Fort Bragg, la mayor base militar en suelo estadounidense.
«No permitiremos que agentes federales sean atacados, ni que una ciudad estadounidense sea invadida y conquistada por un enemigo extranjero. Eso es lo que son», añadió el presidente, afirmando que fue la istración de su predecesor Joe Biden la que dejó «entrar a muchas de esas personas».
Trump criticó la presencia de banderas extranjeras en las protestas del condado de Los Ángeles (donde se han ondeado en especial la enseña mexicana y varias centroamericanas) y afirmó que ha visto que se han quemado banderas estadounidenses durante los disturbios.
La escalada de la tensión en Los Ángeles, California
Los Ángeles vive este martes en su quinto día de tensión, después de que las manifestaciones contra las redadas del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, en inglés) derivaran en enfrentamientos con la Policía, con brotes de violencia, vehículos incendiados y cientos de personas arrestadas.

El presidente ordenó el despliegue de 2.000 efectivos de la Guardia Nacional en la ciudad sin solicitar autorización al gobernador, un hecho sin precedentes en las últimas seis décadas.
La medida ha sido duramente criticada por activistas y autoridades locales, quienes acusan al mandatario de escalar innecesariamente el conflicto.
Precisamente hoy, un grupo de congresistas demócratas pidieron a Trump retirar las tropas de la Guardia Nacional enviadas a California y llamaron a desescalar una situación que, según advierten, podría empeorar rápidamente.
«El despliegue de la Guardia Nacional y la Infantería de Marina solo intensifica las tensiones. Convertir nuestros barrios en campos de batalla y militarizar nuestras calles no es la solución. No es la solución para California, ni para ningún otro estado o municipio del país», dijo la representante Norma Torres.