Pamplona (EFE). – Decenas de personas se han concentrado, en el día en el que Movimiento de Pensionistas cumple seis años, frente al Ayuntamiento de Pamplona para exigir que la pensión mínima no sea inferior a 1080 euros y que todas ellas se revisen respecto al IPC.
Los asistentes han coreado proclamas como “gobierne quien gobierne, las pensiones se defienden”; “salarios justos, pensiones dignas”; “pentsionistak aurrera”; o “terrorismo es no llegar a fin de mes”.
Este 15 de enero, el Movimiento de Pensionistas de Euskal Herria ha cumplido su sexto aniversario de actividad en favor de unas pensiones dignas.
Un reparto equitativo de la riqueza
Xabier Lareki, portavoz del movimiento en Pamplona, ha explicado que iniciaron «la lucha en la calle cuando Fátima Báñez anunció que iba a seguir con los recortes a las pensiones”.
En concreto, la entonces ministra de Empleo y Seguridad Social anunció que en 2017 las pensiones no subirían por encima del 0,25 %, tal y como estableció el Índice de Revalorización de las Pensiones de la reforma del PP de 2013.
Y fue a raíz de ese anuncio cuando “surgió el movimiento pensionista de Euskal Herria, que al principio no tenía orden ni coordinación”. Desde entonces “seguimos peleando por un reparto equitativo de la riqueza, la recuperación del poder adquisitivo de salarios y pensiones y la mejora de los servicios públicos”, ha apuntado el portavoz.

Lareki ha celebrado haber podido “demostrar que el Sistema Público de Pensiones es perfectamente viable, derogar el Factor de Sostenibilidad y evitar que se adoptaran nuevas decisiones que pretendían reducir nuestras pensiones” gracias a su lucha.
Sin embargo, “con el incremento de las pensiones de un 3,8 % para este año no vamos a recuperar lo perdido”, ha lamentado, a la vez que ha afirmado que “tenemos mil razones para seguir peleando”.
«Seguimos haciendo historia»
“Es inaceptable que trabajadoras y trabajadores, pensionistas y ciudadanía en general paguemos vía incremento de los precios, los beneficios récords de los oligopolios financieros y la energía”, y también “que cada vez mayor número de personas pensionistas tengan que renunciar a cubrir necesidades básicas como garantizar hogares confortables, el derecho a la salud y una alimentación sana”, ha denunciado.
Lareki ha apuntado que “por eso hemos participado en multitud de movilizaciones durante estos seis años y seguiremos haciéndolo hasta lograr las reivindicaciones pendientes y sobre todo para garantizar una pensión mínima digna y suficiente”.
“Seis años después, seguimos haciendo historia en la calle luchando por el derecho a unas pensiones públicas, dignas, justas y suficientes para nosotras, nosotros y las próximas generaciones”, ha reivindicado.
Por lo tanto, “seguiremos participando en la lucha por un reparto equitativo de la riqueza con las organizaciones sociales y sindicales, compartiremos movilizaciones con las asociaciones de pensionistas de otros Pueblos y Comunidades del Estado en defensa de unas políticas públicas que garanticen salarios, pensiones y servicios públicos dignos”