El consejero José María Aierdi hace declaraciones a los periodistas sobre la planta Ecofert de Artajona. EFE/Jesús Diges

El Gobierno Foral insiste en que la planta de Ecofert no puede recibir lixiviados líquidos

Pamplona (EFE).- El consejero de Desarrollo Rural y Medio Ambiente del Gobierno de Navarra ha insistido en que la planta Ecofert de Artajona no puede recibir lixiviados líquidos. Ha lamentado «seriamente» las declaraciones del diputado de Sostenibilidad de la Diputación de Gipuzkoa que calificó las actuaciones del Ejecutivo Foral y del departamento de «medias verdades, de inexactitudes».

La citada empresa, según ha señalado esta semana en comisión José Mari Aierdi, ha recibido ilegalmente lixiviados líquidos de la planta de tratamiento de residuos de Gipuzkoa. En concreto 2.100 toneladas en 2022 y 3.400 más en 2023. Por ello ha incumplido la autorización ambiental integrada, lo que ha llevado a decretar su cierre cautelar y a la apertura de expedientes sancionadores.

Esas manifestaciones han sido respondidas por el diputado de Sostenibilidad de Gipuzkoa, José Ignacio Asensio, quien ha considerado «falso» que este territorio haya enviado a Ecoferf Sansaoin lixiviados desde la incineradora de Zubieta de forma irregular. Ha asegurado que los trasladados están debidamente codificados y autorizados, y ha acusado al Gobierno navarro de «eludir responsabilidades».

Este jueves, en declaraciones a los periodistas, Aierdi ha replicado que no han calificado «como ecotóxico el residuo procedente de Gipuzkoa. Simplemente hemos manifestado que la planta Ecofert tiene una autorización ambiental integrada para tratar compost. Por lo tanto, el residuo que puede tratar es un residuo derivado de la fracción orgánica de la basura, no puede gestionar otro tipo de fracciones».

Un residuo líquido que no podía recibirse en Artajona

Y, ha continuado, «por lo tanto el residuo que llegaba de Gipuzkoa, en este caso un residuo líquido, no podía recibirse en la planta de Artajona».

Ha precisado que no entran a determinar cuál es la calificación, el código de ese residuo, sino que simplemente dicen que en esa planta no se puede recibir «ni siquiera el agua de Insalus que podríamos bebernos perfectamente». «Cualquier residuo líquido que pudiera llegar a la planta de Atajona estaría prohibido», ha remarcado.

«Nos corresponde velar por el control de las autorizaciones ambientales de las empresas que están en Navarra, especialmente las que tienen que ver con las que afectan al medio ambiente y, por lo tanto es lo que hemos hecho y vamos a seguir haciendo», ha aseverado.

Tranquilidad ante resultados negativos de ecoli y metales pesados

Por otra parte, ha apuntado que los análisis realizados respecto a la salmonella ecoli resultaron negativos y los análisis de metales pesados de esos lixiviados también han dado negativo, lo que les da tranquilidad en ese sentido.

Ahora, se está pendiente de notificar que gestor autorizado va a retirar ese lixiviado fuera de la planta y a partir de ahí podrán hablar de volver a la actividad «siempre y cuando cumpla con las condiciones de la propia autorización ambiental».

El consejero ha comentado que en el contrato existente las dos partes hablaban de lodos, pero en la visita que ese hizo a la planta en noviembre del 2023 se observó que en el documento del transportista que trasladó el residuo se hablaba de lixiviado líquido, por lo que hay «una disconformidad».

Aierdi ha señalado que técnicos del departamento se pudieron en o tanto con las autoridades ambientales del Gobierno vasco como con las de la planta guipuzcoana.

El 18 de diciembre Gipuzkoa dejó de enviar residuos, pese a que desde el 27 de noviembre había una notificación de «paralización absoluta de ese tipo de funcionamiento», ha señalado el consejero. Ha indicado que en estas últimas hora no ha tenido os con el diputado guipuzcoano pero está seguro de que lo tendrá en los próximos días.