La compositora navarra Teresa Catalán, discípula de González Acilu, y el arquitecto Rafael Moneo, que diseñó el edificio del MUN, mantienen un encuentro. EFE/ Jesús Diges

La OSN estrena la Sinfonía nº3 de González Acilu 22 años después de ser compuesta

Pamplona (EFE).- La Orquesta Sinfónica de Navarra (OSN), dirigida por Borja Quintas, homenajeará este viernes al compositor navarro Agustín González Acilu (1929-2023) con el estreno absoluto de su Sinfonía nº3, compuesta por el músico alsasuarra entre 2000 y 2002.

El homenaje ‘In Memoriam’, que tendrá lugar en el Teatro del Museo Universidad de Navarra (MUN), cuenta con la organización de este recinto cultural y la Fundación Baluarte en el marco del ciclo ‘Cartografías de la música’.

Antes del concierto, la compositora navarra Teresa Catalán, discípula de González Acilu, y el arquitecto Rafael Moneo, que diseñó el edificio del MUN, mantendrán un encuentro con el público para analizar la vida y obra del músico navarro, que recibió dos veces el Premio Nacional de Música.

En esta conversación, los asistentes podrán descubrir las aportaciones a la música contemporánea de González Acilu, así como sus claves artísticas y vitales, relatadas por dos figuras que trataron de cerca al maestro.

Fuerza expresionista y rigor constructivo

La Sinfonía nº3, a explicado a EFE Teresa Catalán, «está en la línea de lo que ha sido la música de Agustín, que se define por tener una fuerza expresionista y un rigor constructivo absoluto. Va en línea de lo que ha sido su obra, su trabajo y su aportación a la historia de la música».

La compositora navarra Teresa Catalán, discípula de González Acilu, y el arquitecto Rafael Moneo, que diseñó el edificio del MUN, mantienen un encuentro con el público. EFE/ Jesús Diges

Catalán ha declarado que el estreno absoluto de esta obra «es un hito» del que todos los navarros pueden sentirse «muy orgullosos», porque el alsasuarra «es uno de los compositores más importantes, sin duda, de la llamada Generación del 51», de la que también forman parte otros músicos como Luis de Pablo, García Abril o Cristóbal Halffter.

La Sinfonía nº3 de González Acilu data de 2000 a 2002 y la cuarta, también sin estrenar, de 2014. «Es bastante frecuente que esto ocurra, que los compositores escribamos una obra y quede en el cajón porque no siempre las orquestas están dispuestas» a interpretarla, ha afirmado.

Un músico innovador

Esta demora en el estreno, ha lamentado, «no solo le pasa a Agustín González Acilu», autor de más de 130 obras, sino que «a muchos insignes compositores de la historia de la música les ha ocurrido» lo mismo.

El príncipe Felipe entregó en 2009 el Premio Príncipe de Viana de la Cultura a González Acilu. EFE/Jesús Diges

«No vamos a hablar de Bach, que pasaron 100 años después de su muerte para cuando alguien le hizo caso», ha destacado Catalán, para quien esta situación «no es infrecuente, es lamentable».

La discípula de González Acilu ha hecho hincapié en que el músico navarro «fue un innovador» y de hecho trabajó en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, donde desarrolló proyectos sobre lingüística y «consiguió verdaderas novedades en el tratamiento de los textos con la música».

Prefería una tarde de amigos a un despacho

Sin embargo, ha dicho, es un músico poco conocido, «quizá por su humildad. Él fue un hombre que se dedicó más a trabajar, a hacer lo que consideraba honestamente que debía hacer, con un esfuerzo y un sacrificio increíbles». Y además «no se prodigaba mucho, él prefería una tarde de amigos a un despacho», ha asegurado.

González Acilu, quien falleció el pasado 15 de agosto en Madrid a los 94 años, «90 de ellos con una gran lucidez», era «un hombre profundamente honesto y se dedicó a lo que tenía que hacer», ha resaltado Catalán.

Y ha dejado, según Catalán, «un legado impresionante, no solo a la música navarra, sino también a la española, por supuesto, y a la música europea».