Parte del material incautado. EFE/Cedida

Dos detenidos por 30 robos de cable de cobre en subestaciones eléctricas de Navarra

Pamplona (EFE).- La Guardia Civil de Navarra ha detenido a dos hombres de 33 y 36 años, vecinos de Pamplona, como presuntos autores de 30 delitos de robos de cobre cometidos en subestaciones eléctricas de toda la geografía navarra.

Según ha informado la Benemérita, la investigación comenzó a raíz de que se recibieran múltiples denuncias entre el 11 de octubre y el 21 de diciembre de 2023 por la sustracción de cable de cobre en subestaciones eléctricas en la Comunidad Foral.

Pese a la falta inicial de indicios, a finales de diciembre de 2023 se realizaron varias inspecciones a empresas de reciclaje de Navarra en las que se logró identificar a dos individuos como vendedores habituales de cobre.

Recuperado un tercio del material

La incautación de parte del material vendido por estas personas permitió recuperar más de un tercio de la cantidad total sustraída en el mismo periodo, que fue entregado a la empresa propietaria de las instalaciones.

La venta de este material en fechas no correspondientes con los robos y en cantidades fraccionadas dificultó mucho la labor policial respecto a la localización del material y la identificación de los autores.

Imagen de uno de los supuestos autores de los robos. EFE/Cedida

Esos datos, unidos a evidencias obtenidas en robos similares producidos en fechas próximas a esta oleada de robos de cobre, permitieron obtener evidencias suficientes para identificar a los presuntos autores de 30 robos de cable de cobre cometidos en subestaciones eléctricas en la Comunidad Foral.

Detenidos dos hombres de 33 y 36 años

Una de estas personas contaba con antecedentes de la Policía Foral por hechos de la misma naturaleza, lo que dio pie a una colaboración policial que permitió confirmar algunas de las sospechas de los investigadores.

Finalmente, se localizó y puso a disposición judicial a los dos presuntos autores, de 33 y 36 años y residentes Pamplona, a los que se les atribuyen 30 delitos de robo con fuerza en las cosas en subestaciones eléctricas. Estos dos individuos contaban con alta movilidad geográfica dentro de la Comunidad Foral.

Su modus operandi dificultaba la detección de los robos y la posterior investigación, dada la dispersión geográfica de las sustracciones, objetivos seleccionados por sus escasos sistemas de seguridad activa, y venta del material sustraído en puntos alejados de los lugares donde perpetraban los robos.