Aurora Vargas y Miguel Salado en el balcón del Ayuntamiento de Pamplona. EFE/ Jesus Diges

Aurora Vargas y Miguel Salado llenan de arte el centro de Pamplona

Pamplona (EFE).- Aurora Vargas ha comparecido en el balcón del Ayuntamiento de Pamplona acompañada a la guitarra por el jerezano Miguel Salado cuyo toque ajustado siempre al compás y el soniquete de su tierra ha tejido una alfombra de terciopelo por la que ha transitado el cante de Aurora Vargas.

Un público entregado a la artista, ha agradecido, mediante varias ovaciones, el arte de Vargas, que ha disfrutado durante su actuación y que incluso ha regalado momentos sin micrófono, en los que los asistentes han tenido que prestar mayor atención, haciéndose el silencio en la Plaza Consistorial.

La artista nació para el mundo del flamenco en el sevillano barrio de la Macarena, si bien en su sangre se mezclan dinastías cantaoras y bailaoras de Cádiz, Sevilla y Extremadura. Hermana de Changuito, tía del Potito y prima del genial bailaor trianero, Isidro Vargas.

Sultana del compás y de la gracia, musa de los duendes morenos y torniscón del cante gitano, ha sido una de las grandes festejas de finales del S. XX y principios del XXI. Una artista con una personalidad arrolladora que la convirtió en imprescindible de los carteles de los principales festivales flamencos.

Jolis Muñoz, en La Perla

Posteriormente, en el Hotel la Perla ha sido Jolis Muñoz, cantaor local de reconocido talento que representa la mejor tradición del arte flamenco de Navarra, quien ha comparecido ante su público. Jolis Muñoz dirige La Casa de Sabicas, un centro cultural para la promoción del arte flamenco en la comunidad foral en memoria del guitarrista pamplonés Agustín Castellón Campos “Sabicas”.

Jolis Muñoz acompañado a la guitarra por el madrileño Jesús de Rosario en el Hotel La Perla. EFE/ Jesús Diges

Desde el corazón de Pamplona, lleva su duende y su pasión como buen embajador de su tierra a todos los escenarios por los que plazea su cante. Ha estado acompañado por el madrileño Jesús de Rosario, que ha colaborado con artistas de la altura de Sara Baras, Tomatito o Bernardo Parrilla, y que garantiza que, junto a Jolis Muñoz, el mejor flamenco siga vivo en Navarra.