Pamplona (EFE).- El turismo ‘Marca Navarra’ tiene un sello de identidad propio e inconfundible, que se distingue por ser un destino tranquilo, amable, sin masificación, donde el visitante puede disfrutar junto al residente de los paisajes, las tradiciones, la gastronomía, la cultura y el deporte.
Es una marca que pretende alcanzar el objetivo de la sostenibilidad ambiental, social y económica y que busca un turista que comparta y respete esos valores, que son perfectamente identificables, por ejemplo en destinos como el parque de la naturaleza Sendaviva o en las Bardenas Reales, declaradas Reserva de la Biosfera.
Cifras récord en el turismo navarro
Hasta el mes de octubre (últimos datos disponibles), los alojamientos turísticos de Navarra han acogido a más de 1,8 millones de viajeros (1.828.313) y han facturado casi 4 millones de pernoctaciones (3.736.332), unos datos que superan los resultados en 2023 en un 3,4 % y un 2,9 % respectivamente. La estancia media se mantiene en niveles similares, con un promedio mensual por viajero de dos noches.
A la hora de valorar estas cifras, ha comentado a EFE la directora general de Turismo del Gobierno de Navarra, Ana Rivas, cabe resaltar que la demanda internacional juega un papel cada vez más relevante, de manera que hasta la fecha representa el 40 % de los viajes y el 30 % de las pernoctaciones, lo que significa un incremento muy significativo respecto a cualquier periodo anterior.

Todas estas cifras tienen su impacto económico positivo en Navarra, en términos de empleo y gasto. De hecho, hasta junio, el INE cifra en 208,8 millones de euros el gasto directo de los viajeros alojados nacionales y en 304 millones de euros el gasto directo de los visitantes turísticos internacionales. Cifras muy superiores a las de 2023 para el mismo semestre.
En definitiva, ha señalado Rivas, «estamos ante unas cifras récord de la actividad turística en Navarra», aunque «existe aún un importante margen de crecimiento de esta actividad», un desarrollo que se lleva a cabo «dentro de un marco de sostenibilidad» que desde la dirección general tienen muy presente, y en el que avanzan de la mano de las empresas.
Uno de los destinos mejor valorados
Este esfuerzo por la amabilización y la sostenibilidad turística tiene su recompensa: Navarra es uno de los destinos mejor valorados en el ranking de satisfacción que elabora Turespaña, con notas especialmente relevantes en cuanto a la gastronomía, la oferta de alojamientos, el paisaje y la seguridad.

Rivas, quien ha resaltado que Navarra «está muy lejos de cualquier situación que podamos denominar de turismo de masas, más allá de los Sanfermines», ha valorado además que se estén consiguiendo distribuir los flujos de personas viajeras, de manera que casi hay el mismo volumen en temporada media/baja que en los meses de verano. En 2024, por ejemplo, los turistas alojados fuera de julio, agosto y septiembre, han crecido un 46,4% respecto a 2023.
La naturaleza, en el ADN de Navarra
En la Marca Navarra turística, el componente medioambiental es clave. «Tenemos que ser conscientes de que la sociedad navarra, a pesar de que cada vez es más urbanita, tiene las raíces en el medio natural. Es un medio natural que forma parte de su ADN», ha subrayado Ana Bretaña, directora general de Medio Ambiente.
Bretaña ha considerado que el principal riesgo al que se enfrenta el medio natural actualmente no es un turismo no sostenible o incluso ni siquiera es el cambio climático, sino que es el despoblamiento.

«Entonces, en este sentido, un turismo bien gestionado es una oportunidad para este mundo rural que tiene que ser activo y vivo para poder conservarlo», ha afirmado.
Y hay muchas zonas rurales, ha asegurado, que sufren el problema de la despoblación y que tienen un gran atractivo turístico: «El 28 % del territorio de Navarra forma parte de zonas de especial conservación. Tenemos que trabajar para darlas a conocer en su conjunto».
Por ello, ha dicho, «se está incidiendo fuertemente en dar a conocer todas las fortalezas y todos los entornos que tiene Navarra para no focalizar el turismo en lugares concretos en los que, de todas formas, se está llevando a cabo un control importante de aforos para evitar esa masificación y que se puedan destruir esos entornos».
Bardenas, un ejemplo de gestión turística
Las Bardenas Reales son uno de los tesoros naturales y turísticos de Navarra. Este parque natural de 42.500 hectáreas recibe más de 300.000 visitantes al año.
«Es una de las piedras angulares dentro de la Comunidad foral como destino turístico. Siendo un espacio protegido, destaca por la facilidad y accesibilidad a la hora de realizar las visitas», ha indicado el presidente de la Junta de Bardenas Reales, José María Agramonte.
El impacto socioeconómico de las Bardenas es para Agramonte «más que evidente», no solo ya en los pueblos congozantes sino a nivel general en Navarra.

El turista que visita las Bardenas es muy respetuoso con el entorno y valora especialmente la singularidad del territorio y la accesibilidad y los servicios de la zona. «No podemos olvidar la gran oferta turística que ofrece la Ribera tanto a nivel de instalaciones como de gastronomía. Creo que podemos decir que somos afortunados en la Ribera en este aspecto», ha destacado.
Las Bardenas Reales son un ejemplo de convivencia entre diferentes medios de transporte. Cuenta con 180 kilómetros aptos para vehículos a motor y 700 que se pueden recorrer a pie o en bicicleta y que son las recomendadas en el plan de ordenación del parque. «No deja de ser por lo demás, un ejercicio de convivencia entre unos y otros usos, cosa que no siempre es fácil», ha apuntado Agramonte.
Sendaviva, reflejo de la autenticidad de Navarra
Otra infraestructura destacada en el sector turístico navarro es el parque de la naturaleza Sendaviva de Arguedas, que acoge a más de mil animales de todo el planeta, además de atracciones y shows.
En los últimos años, ha recibido una media de 177.000 visitantes anuales, con picos importantes durante las temporadas de verano y eventos especiales como Semana Santa y Halloween.
Este parque, ha explicado su gerente, Mikel Lacoma, «comparte plenamente la visión de Marca Navarra, al combinar valores como sostenibilidad, innovación y conexión con la comunidad local. Además, reflejamos los contrastes de nuestra región, ofreciendo una experiencia que une diversión, aprendizaje y respeto por el medio ambiente».

Lacoma ha enfatizado que esto se ha logrado gracias a «un enfoque claro en la autenticidad». Sendaviva pone en valor el paisaje y la biodiversidad de la Ribera, integrando elementos propios de Navarra: «Nuestros programas educativos y actividades reflejan la esencia de la región, al tiempo que promovemos prácticas sostenibles y trabajamos en colaboración con agentes locales para reforzar esa conexión».
Sendaviva es un motor clave en la economía local. Genera empleo directo e indirecto, trabaja con proveedores locales y atrae a miles de visitantes que también dinamizan la hostelería y el comercio de la zona. Y a nivel regional, ha afirmado Lacoma, «somos un escaparate de la diversidad y los valores de Navarra, contribuyendo a posicionar a la Ribera como un destino turístico destacado».
Además de sus instalaciones y sus actividades, ha señalado, los visitantes al parque también destacan «la amabilidad de nuestro equipo y el hecho de que sea un lugar ideal para disfrutar de la naturaleza en familia, siendo el parque un reflejo de la hospitalidad y autenticidad de Navarra».