La misionera navarra Asun Moreo Cuella. EFE/ Jesús Diges

La mujer, «reina» en Europa, «cenicienta» en Latinoamérica, según una misionera navarra

Javier Rodrigo

Pamplona (EFE).- La navarra Asun Moreo Cuella, quien ha trabajado como misionera de Cristo Jesús durante 39 años en Venezuela y Bolivia, ha asegurado que, pese a los avances producidos en los últimos años, la mujer es una «reina» en Europa -«entre comillas», enfatiza-, pero sigue siendo una «cenicienta» en Latinoamérica.

Moreo, nacida en Sangüesa, estudió Trabajo Social en Pamplona y entró en las Misioneras de Cristo Jesús en 1982. Ha trabajado en Venezuela de 1985 a 1989 y en Bolivia desde 1990 hasta el pasado mes de noviembre.

La misionera es una voz muy autorizada para comparar la situación en la que viven las mujeres a ambos lados del Atlántico, ya que ha desarrollado durante décadas programas de empoderamiento femenino, sobre todo en Bolivia, donde, a su llegada hace 35 años, los hombres la veían con mucha suspicacia e incluso como una amenaza a su estatus.

El trabajo con la mujer rural de Bolivia

En una entrevista con EFE, ha declarado que en las zonas rurales de Bolivia ha habido una evolución desde la mujer que hace 35 años era prácticamente analfabeta y estaba totalmente supeditada al hombre hasta «una mujer que participa de la vida pública, social, política y, por supuesto, que llega a la universidad».

Moreo ha trabajado como misionera de Cristo Jesús durante 39 años. EFE/ Jesús Diges

El trabajo de Moreo y de sus compañeras, ha explicado, era dar a las mujeres «herramientas básicas para la vida», por ejemplo en materia de higiene, pero sobre todo ayudarles a creer en sí mismas, a comprender que, además de tener un papel dentro de la familia, tenían un papel en su comunidad y por tanto, derechos, porque «los deberes estaban muy claros, se los imponía la vida».

Moreo reconoce que aquellos años llegó a sentirse «como un bicho raro» o como alguien que a los hombres «les inquietaba en su realidad, porque la mujer iba tomando más conciencia de quién era y de que tenía más derechos».

Una amenaza para los hombres

«Siento que era una amenaza para los hombres, porque me veían llegar a una comunidad para hacer un taller o unos cursos y ya tenían miedo de cómo su mujer iba a llegar a casa», ha afirmado. Incluso, algunos hombres prohibían a sus mujeres acudir a los talleres.

En Navarra, como en el resto de España y de Europa, ha señalado, está muy presente el discurso feminista y de empoderamiento, pero «hace 35 años eso no era un lenguaje» en Latinoamérica e incluso en España «tampoco era en ese momento tan fuerte».

En cambio, ha agregado, actualmente ese debate está muy presente en Bolivia y «hay tendencias feministas; dentro de la Iglesia también hay una teología feminista».

Moreo regresó de Bolivia el pasado mes de noviembre. EFE/ Jesús Diges

El contraste de culturas

La misionera ha comentado que, a su regreso a Pamplona, ha podido comprobar que «también en España hay mucho machismo».

En Bolivia, ha apuntado, la situación es aún más complicada porque hay en el país 36 etnias o culturas diferentes y muchas de ellas tienen muy arraigada la desigualdad entre hombres y mujeres.

Por ejemplo, ha dicho, en la cultura chimán, que es en la que ha trabajado, al caminar «el hombre va siempre por delante y la mujer tiene que ir detrás». En cambio, hay otras, como las culturas quechua o aimara, en las que «la mujer tiene un papel más igualitario, porque no se entiende la vida como algo impar, tiene que ser par, y la pareja es muy importante».

La igualdad de oportunidades

Después de tantos años viviendo en un entorno tan diferente al nuestro, el choque cultural al regresar a España se hace evidente. Moreo ha subrayado que éste «es un mundo totalmente diferente, muy marcado por el consumo, desde que naces hasta el final de la vida. O estás enganchado en el consumo o estás fuera de la sociedad».

Le ha llamado especialmente la atención la igualdad de oportunidades: «Allá, aunque hoy la situación es diferente, la gente tiene muchas menos oportunidades de salir adelante. Sin embargo, aquí la vida se ha hecho mucho más igual» para todos, especialmente para las mujeres.

Moreo ha itido que «cualquier persona me dirá que eso es irreal», pero, comparándolo con América Latina, «aquí yo creo que somos las reinas y allá todavía somos las cenicientas».

«Es la diferencia entre haber nacido en un lugar de oportunidades o en un lugar donde la vida cuesta más hacerse», ha aseverado.