Berrioplano (EFE).- El fuerte de San Cristóbal, convertido en prisión durante el franquismo, ha acogido este domingo el homenaje anual que las asociaciones memorialistas dedican a los 7.400 presos que estuvieron en su interior. De allí muchos de ellos salieron solo para ser fusilados.
Este año el acto ha estado plagado de referencias a la decisión política de resignificar, y no demoler como piden estas asociaciones, el edificio franquista conocido como Monumento a los Caídos. Está en pleno ensanche pamplonés y en su interior, por acuerdo de PSN, EH Bildu y Geroa Bai, se creará un centro de memoria y contra el fascismo.
Han sido varios cientos de personas, algunas de ellas con banderas republicanas, las que se han acercado hasta el fuerte. En su puerta se ha colocado una gran bandera tricolor en homenaje a quienes defendieron la II República Española y fueron por ello encarceladas en su interior.
Claveles rojos y botellas
También han sido protagonistas los claveles rojos y las botellas que han dejado en el al recinto varios de los presentes. Con ellas se ha recordado las botellas con un papel en su interior que contenía sus datos con las que se enterraron en un cementerio cercano a muchos de los presos muertos en este penal.

Ha sido un acto emotivo, en el que han estado presentes descendientes de algunos de los represaliados en su día en San Cristóbal y que han llegado desde diversos puntos del resto del Estado.
Algunos de ellos han intervenido para honrar el recuerdo de sus familiares y de todos los compañeros que sufrieron aquella represión. En muchos casos fue silenciada por sus descendientes porque seguían viviendo en el régimen franquista.
Viyuela: El silencio impuesto escondió la infamia
Es el caso de la familia de Rafael Viyuela, cuyo sobrino nieto, el actor riojano Pepe Viyuela, ha enviado una carta. Ha sido leída en el acto, en la que advertía del «silencio impuesto por el franquismo para esconder la ignominia y la infamia» que el régimen cometió.

Se trata de «un espacio en blanco lleno de dolor y de misterio», el transcurrido hasta la muerte de Franco. A este Pepe Viyuela ha querido responder con un rotundo: «no os dejaremos morir sepultados en silencio».
Los dantzaris de Antsoain con una intervención, y la música de Aarón Romero, con su padre Kutxi, el líder de la banda de rock Marea, han puesto la parte artística y emotiva al acto.