Pamplona (EFE).- Familiares de víctimas y representantes institucionales han participado en el acto de inhumación y homenaje de los restos mortales de quince personas sin identificar que fueron asesinadas tras el golpe militar de 1936 con el que se ha inaugurado el nuevo panteón que acoge el cementerio de Pamplona con ese fin.
El acto ha sido organizado por la Asociación de Familiares de Fusilados de Navarra (AFFNA36), con la presencia de su vicepresidente Eneko Arteta, acompañada de familiares de personas asesinadas en la Guerra Civil.
De la parte institucional, han participado el alcalde de Pamplona, Joseba Asiron, y la vicepresidenta segunda y consejera de Memoria y Convivencia, Acción Exterior y Euskera de Gobierno de Navarra, Ana Ollo.
Quince cajas con restos humanos
El acto ha comenzado con la entrega de quince cajas con los restos a de AFFNA36, que los han trasladado a dos bancadas, acompañados de la interpretación musical ‘Adagio’ de Albinoni por Zura Quartet.
A continuación, la consejera Ollo se ha referido a este panteón como “el fruto de una línea de trabajo constante que comenzó en el año 2015 y que ha partido también de la colaboración del Gobierno de Navarra y de las entidades locales, en este caso, con el Ayuntamiento de Pamplona”, a la que ha sumado al Parlamento de Navarra, que respaldó el presupuesto para este convenio.
“De alguna manera, concluye la labor de estas instituciones claves con un Parlamento que aprobó en su momento una ley foral que fue pionera y que todavía sigue siéndolo cuando hay comunidades autónomas que están derogando sus leyes de memoria”, ha expresado Ollo.
En este sentido, la consejera ha puesto en valor las políticas de memoria de Navarra y ha destacado la necesidad de continuar en esta línea y la importancia de no olvidar a las víctimas, así como lograr poner nombre y apellidos a quienes se han inhumado.
Una rama de olivo, símbolo de la paz
En representación de los familiares, Arteta ha destacado que la inauguración refleja el compromiso de la ciudadanía y los organismos públicos y ha reivindicado la dignificación de las víctimas mediante el mantenimiento y depositación de flores en el antiguo panteón durante todos sus años.
Arteta ha acudido con una rama de olivo, símbolo de la paz, para dedicar unas palabras al pueblo palestino.
“En este acto de justicia y paz no podemos olvidarlos. A diferencia de lo que ocurrió aquí en 1936 este genocidio lo estamos viviendo en directo y no podemos permanecer impasibles. Paz y justicia para Palestina”, ha reclamado el vicepresidente.
Arteta se ha referido a las 15 personas, quienes, al no conocer sus nombres, representan “los padres, los abuelos y tíos de todas y todos nosotros”, y ha querido despedirse de ellos incidiendo en el compromiso de conocer algún día su identidad, que no quede ningún fallecido en una fosa y que la sociedad aprenda de lo ocurrido para que no vuelve a ocurrir nunca más.
Una deuda moral
Por su parte, el alcalde Joseba Asiron ha comentado que el nuevo panteón es “una deuda moral, una necesidad democrática” y ha incidido en que “en cada una de esas quince personas hay una vida interrumpida, un duelo pendiente que ha durado demasiado”.
“No se trata tan solo de enterrar con dignidad, sino de recuperar con dignidad la historia de estas personas y que sus nombres vuelvan a ser pronunciados”, ha manifestado el alcalde de Pamplona.
Finalizados los discursos, se ha procedido a depositar los restos dentro del panteón y como cierre del acto se han colocado ofrendas florales.
