El arzobispo de Pamplona y obispo de Tudela, Florencio Roselló. EFE/ Jesús Diges

Roselló opina que están «de enhorabuena» con León XIV, un papa «dialogante y cercano»

Pamplona (EFE).- El arzobispo de Pamplona y obispo de Tudela, Florencio Roselló, considera que la Iglesia «está de enhorabuena» con el nombramiento del papa León XIV, a quien se ha referido como un hombre «dialogante y cercano», muy sensibilizado con los temas sociales y partidario de «construir puentes».

Roselló, quien en septiembre coincidió con el entonces cardenal estadounidense Robert Francis Prevost, ha opinado que con su elección habrá continuidad en los grandes temas como los asuntos sociales relacionados con la migración o la presencia de laicos y mujeres en la iglesia.

El arzobispo, quien ha asegurado que le gustaría que el nuevo papa visitara España, ha apuntado que si tiene ocasión le invitará a acudir a Navarra, donde ya ha estado con motivo de una visita que hizo a un sacerdote peruano durante una estancia que este realizaba en la Universidad de Navarra.

El jefe de los obispos

El nuevo papa era hasta su elección prefecto del Dicasterio para los Obispos, «el jefe los obispos», ha apuntado Roselló. «Seguramente no me conocerá pero mi nombramiento de obispo seguramente lo firmó él», ha comentado al respecto.

El arzobispo, a su llegada a la rueda de prensa. EFE/ Jesús Diges

Fue el pasado mes de septiembre en Roma cuando le conoció personalmente en una semana de reuniones en la que participaron los obispos nombrados en 2023 y 2024 y se mostró como un hombre «dialogante, cercano, nada protagonista» hasta el punto de que en algunos momentos hablaba más el secretario que él.

Es «un hombre de servicio» con el que espera tener algún encuentro personal como los pudo tener con el papa Francisco y con quien comparte el hecho de ser religioso, lo que puede conllevar una cierta cercanía «en cuanto al estilo de vida».

Un buen pastor

El arzobispo ha analizado sus primeras palabras. «Emocionado y casi temblando, imagino que un poco asumiendo donde entraba y lo que le venía» se presentó como «un buen pastor, asume que es el padre de la iglesia, el padre de todos», ha destacado Roselló quien ha subrayado que intentó dar «seguridad a todo el mundo».

Le llamó la atención que el papa Francisco murió casi pronunciando «la palabra paz en la bendición Urbi et Orbi» y el nuevo papa comenzó mencionando esa palabra cinco veces y lo hizo con una terminología parecida hablando de «paz desarmada y desarmante». El papa Francisco decía que «la paz no es posible sin un verdadero desarme» por lo que en la paz ninguno contempla un armamento, un acumular armas.

Roselló cree que la Iglesia está de enhorabuena con el nuevo papa. EFE/ Jesús Diges

Otra expresión que le relaciona también con su antecesor es que «Dios ama a todos incondicionalmente», que en la «Iglesia caben todos».

En tercer lugar, ha añadido, habló de unidad, de comunión, les dijo a los cardenales que «caminen como iglesia unida buscando la paz y la justicia» y, al igual que el anterior papa, se mostró partidario de «construir puentes».

Lenguaje inclusivo

El arzobispo ha destacado también que aboga por una iglesia misionera lo que ha relacionado con su trayectoria vital, con más de la mitad de su vida en Perú. Al respecto ha subrayado su «gran sensibilidad social».

A Roselló le resultó también llamativo el hecho de que, siguiendo la línea ya iniciada, utilizó por dos veces un lenguaje inclusivo hablando de «hombres y mujeres».

Y como «un logro para la Iglesia» se referido a sus referencia a una Iglesia sinodal, a «caminar juntos en la misma dirección», una Iglesia «en busca de la paz cercana a todo aquel que lo necesite».

Una visión universal de la iglesia

En su intervención ha trasladado las opiniones que un obispo agustino cercano al papa que está en Roma, Luis Marín, le ha transmitido. Este le ha descrito como un hombre de Dios, hijo del Vaticano II, que ha nacido en el norte, ha vivido la mayor parte de su vida en el sur y ha estado en la curia romana, por lo que tiene una visión universal de la iglesia.

De él ha dicho también que tiene capacidad de liderazgo y de gobierno, que es un hombre de unidad no de confrontación, sencillo en trato, con espíritu misionero, sensibilidad social y mirada de futuro «lo que es importante ya que se augura un pontificado largo» al contar con 69 años.

Respecto a acusaciones relacionadas con el encubrimiento de abusos, ha manifestado que lo que le ha llegado es que «son falsas». «Entiendo que debe ser así cuando Francisco que en ese tema ha sido implacable se lo llevó a Roma para dirigir el nombramiento de obispos, de donde sale el perfil de la iglesia en el mundo, entiendo que se aseguraría de que no había nada», ha sostenido.