Santander (EFE).- La Audiencia de Cantabria juzga el lunes y el martes a un acusado de la muerte de su madre por omisión, para quien la Fiscalía pide 20 años de cárcel.
El Ministerio Público entiende que esta persona no atendía las necesidades de su madre y que esto provocó que la mujer, que falleció a los 84 años, estuviera en situación de abandono, además de tener deshidratación y úlceras.
El escrito de la Fiscalía recoge que el acusado convivía con su madre, que se encontraba en situación de dependencia y vulnerabilidad.
Pero no satisfacía sus necesidades más básicas de aseo, alimentación y movilización.
Ello provocó que la mujer estuviera en una situación «de absoluto abandono» que se manifestaba en «deshidratación, suciedad, restos desecados de heces y orina sobre su cuerpo, y úlceras por presión».
Infecciones y suciedad
A consecuencia de esas úlceras, la mujer presentaba «signos de infección y necrosis», que afectaba «no sólo a la piel y al tejido muscular, sino también a planos óseos».
Además, la habitación de la mujer, de la que nunca salía, se encontraba llena de basura, bolsas de plástico y suciedad.
Por otro lado, tal y como comunicó el Servicio Cántabro de Salud, la última vez que el acusado llevó a su madre a consulta médica para el control de su enfermedad fue en 2015.
Y tampoco renovaba la receta electrónica para recoger la medicación pautada.
En 2018 la mujer ingresó en Valdecilla por déficit neurológico y desde entonces y hasta su fallecimiento en 2021 no existen apuntes en su historia clínica, tal y como se indica en el informe de autopsia.
La mujer murió a los 84 años por infección respiratoria y cardiopatía crónica, «siendo factores coadyuvantes la situación de abandono y la falta de cuidados, con caquexia, deshidratación y úlceras por presión en estado avanzado».
La defensa lo ite pero no ve agravante
Los hechos constituyen, según el escrito del Ministerio Fiscal, un delito de homicidio doloso cometido por omisión.
La Fiscalía pide que se aplique la agravante de parentesco.
Y cree que este hombre es merecedor de una pena de veinte años de prisión.
La defensa, por su parte, ite íntegramente el relato de hechos de la acusación, así como la calificación de homicidio doloso en comisión por omisión.
Sin embargo, considera que no debe aplicarse la circunstancia agravante de parentesco.
Y ello porque «es precisamente la posición del acusado como garante respecto de la madre la que determina la condena».
Por eso, entiende la defensa que la pena que se debe imponer al acusado es de dieciséis años de prisión.