Santander (EFE).- La presidenta del Consejo de la Juventud de España, Andrea González Henry, ha pedido incluir la salud mental en la futura ley de Juventud de Cantabria, además de mecanismos que permitan evaluar el impacto de las políticas que se pongan en marcha.
González Henry ha comparecido este miércoles en la comisión del Parlamento autonómico que está tramitando esta ley, junto a la presidenta del Consejo Económico y Social de Cantabria (Cescan), Carmen Sánchez Morán, que también ha pedido medidas para mejorar la salud mental, pero enfocadas sobre todo en los menores de edad.
La presidenta del Consejo de la Juventud, que ha comparecido con frecuencia en el Congreso pero nunca hasta ahora en un parlamento autonómico, ha señalado que los jóvenes de Cantabria tienen entre sus prioridades la atención a la salud mental, como pusieron de manifiesto en un encuentro en Castro Urdiales organizado por este organismo.
Denunciaron, ha explicado, una falta de servicios psicológicos accesibles, especialmente en las zonas rurales y reclamaron la incorporación de psicólogos en los centros de salud.
Para González Henry, es «imprescindible» trabajar para mejorar la salud mental de los jóvenes. Y ha recordado que los problemas en este ámbito están relacionados muchas veces con la falta de vivienda y de un empleo digno o con la soledad no deseada.
«Mueren más jóvenes por suicidio que de cáncer o en accidentes de tráfico», ha advertido.
Además de plantear la necesidad de incorporar mecanismos para evaluar el impacto de las políticas de juventud, la presidenta del Consejo de la Juventud ha subrayado que esa evaluación debe hacerse junto a los jóvenes y ha demandado más participación.
A su juicio, es necesario reforzar la educación en la participación desde edades tempranas y cuidar del tejido asociativo.
Discapacidad, empleo y bienestar
La presidenta del Cescan, que ha reunido al pleno de este órgano de participación para trasladar su opinión al Parlamento, ha propuesto modificaciones en el texto de la ley centradas en tres grandes ejes: la atención a la discapacidad, el empleo y el bienestar, incidiendo en la salud mental.
Según el Cescan, el apartado dedicado a la salud debería recoger la atención prioritaria a la salud mental hasta las 18 años y la prevención de las conductas adictivas, el acoso escolar o los embarazos no deseados.
Ha advertido de que una derivación urgente a los servicios de psicología puede demorarse hasta seis meses.
Sánchez Morán ha destacado también que se deben incluir medidas contra la soledad no deseada.

Otra de las recomendaciones del Consejo Económico y Social es que en los principios rectores de la norma se especifique la discapacidad entre los motivos por los que las políticas de juventud no pueden ser discriminatorias.
También plantea que se garantice el a la práctica deportiva en condiciones de igualdad y se favorezca la asistencia como público de las personas con discapacidad y que, en el plazo que se determine, se publique una edición de la ley y, más adelante, del plan integral de juventud en lectura fácil, pictogramas y lengua de signos.
Hasta los 35 años
Al abordar el apartado de empleo, Sánchez Morán ha defendido la necesidad de elevar hasta los 35 años la protección de la ley, como han hecho ya otros comparecientes.
A su entender, los 30 años es una edad «demasiado temprana» para tener una formación extensa y para contar con recursos para emprender o crear una empresa, y más aún en las mujeres.
El Cescan plantea también medidas dirigidas especialmente al mundo rural para favorecer la incorporación de jóvenes al sector agrario con ayudas a la primera instalación, bonificaciones en los impuestos cedidos o la creación de bancos de tierra.