Bilbao (EFE).- El joven Alexandru, víctima de una brutal paliza en Amorebieta-Etxano el 25 de julio de 2021, sufre secuelas permanentes y su pronóstico es «infausto» y «fatal».
Vive en un «estado de mínima conciencia» como consecuencia de los traumatismos craneoencefálicos y faciales provocados por los golpes que recibió.
Las dos doctoras de la Clínica de Medico Forense de Bilbao que han evaluado las secuelas de la víctima han declarado como peritos en la sexta sesión del juicio que se desarrolla en la Audiencia de Bizkaia contra siete hombres por su participación en aquella agresión.
Álex tenía entonces 23 años y quedó en estado vegetativo.
Golpes en la cabeza
Ambas han coincidido en que apenas sufrió lesiones en el resto del cuerpo y que recibió todos los golpes en la cabeza con objetos contundentes como palos, botellas y patadas «con elevada intensidad.
Los golpes le ocasionaron un daño cerebral del que no se ha recuperado.

Un momento del juicio por la paliza a un joven en Amorebieta que quedó en estado vegetativo. EFE/LUIS TEJIDO
Vive «como un bebé, necesita ayuda para todo en su día a día» y, a pesar de la rehabilitación, apenas ha mejorado durante estos años.
Su madre «maximiza sus pequeños logros», en referencia a que ha empezado a deglutir y cuando asegura que le reconoce y reacciona al verla.
Las forenses han destacado la dedicación plena de la madre para atender y estimular a su hijo.
Le da «unos cuidados casi de enfermería», si bien «esos mínimos logros» de Alex, «después de mucho trabajo» de rehabilitación «no cambian para nada su funcionalidad» ni han mejorado su calidad de vida.
Unos veinte agresores
Aquella agresión por parte de un grupo de unas veinte personas entre los mayores de edad encausados y otros menores ya condenados por estos hechos, le provocó «lesiones de partes blandas en zona frontal».
También le causaron «fracturas de bóveda craneal frontal, parietal y temporal izquierda, factura de base craneal con otorragia izquierda, fracturas faciales maxilares y de mandíbula» y «sobre todo, lesiones internas» producidas por el daño cerebral traumático y por la isquemia y el edema reactivo».
Esas lesiones, «por su entidad e intensidad», podían haberle ocasionado la muerte «si no hubiera habido una intervención rápida» en el Hospital de Cruces, donde tuvo que ser intervenido quirúrgicamente.
A día de hoy sufre tetraparesia (no puede mover las extremidades) y encefalomalacia (una inflamación del encéfalo y la médula que causa trastornos motores, visuales y psíquicos).
Las médicos han aclarado que la víctima «es dependiente total», «no tiene capacidad motora, ni dirige la mirada al estímulo y tiene los músculos contraídos dentro de su estado de mínima conciencia».
No consideran probable que tenga una mejoría sustancial de ese estado», al tiempo que han augurado que su esperanza de vida quedará «acortada».
Plantean eximentes por problemas de salud mental
También han testificado, a petición de las defensas, forenses que han detallado los informes que han realizado sobre consumo de alcohol y otras sustancias, así como problemas de salud mental de los encausados para justificar las eximentes sobre la responsabilidad en los hechos de sus patrocinados que han solicitado.
Los servicios sociales vizcaínos habían intervenido desde que era un bebé en la vida de uno de ellos, nacido en Barakaldo e hijo de dos personas migrantes que habían llegado de Ecuador con problemas adaptativos.
Este acusado «creció sin límites» paternos y desde muy joven consumía «múltiples tóxicos».
Sin rastro en los móviles
También han comparecido dos agentes de la Ertzaintza que analizaron los teléfonos de los siete encausados y que apenas encontraron información sobre llamadas, mensajes de wasap o fotos y vídeos almacenados en esas terminales.
Los agentes han apuntado que «lo más probable» es que al ver la noticia de la pelea hicieran un reseteo de sus móviles a valores de fábrica para eliminar» ese tipo de archivos.
En este procedimiento constan como evidencias varios vídeos que los encausados grabaron la madrugada de autos con la paliza a la víctima y con agresiones a otras personas que luego distribuyeron y subieron a sus redes sociales.
El juicio terminará con la presentación de las conclusiones de las acusaciones y las defensas.
La magistrada presidente del tribunal, Reyes Goenaga, ha pedido a las partes que limiten su intervención a 20 minutos y, al final de la vista oral, los acusados tendrán derecho a tomar la palabra si así lo solicitan. EFE