Vitoria (EFE).- La precampaña y la campaña electoral vasca van a ser «de guante blanco», como la definió el portavoz del Gobierno Vasco, Bingen Zupiria.
Es un tono que busca ocupar la centralidad, evitar los máximos y apostar por los temas sociales.
¿Por qué la campaña vasca se espera sosegada?
EFE ha hablado con los sociólogos Braulio Gómez, del Deustobarómetro, y Jonatan García Rabadán, del Euskobarómetro, sobre sus claves.
La política vasca, lejos de la crispación nacional
«No hay emociones ahora en Euskadi. Se considera que no ha ido tan mal estos cuatro años y que lo que puede venir (EH Bildu) no está montado para la revolución. EH Bildu cuenta con el PNV, el amigo socialdemócrata. Ha creado una tendencia en los demás partidos de centralidad y lo que interesa es ocupar esa centralidad», opina Gómez.
Un dato: PSE y PP suman 16 escaños de los 75 del Parlamento y aspiran a poco más, no a ganar.
Así que Sánchez y Feijóo acudirán varias veces a Euskadi, pero las vascas no van a ser leídas como unas «generales en pequeño» como sí ocurrirá con las europeas.
García Rabadán expone por su parte una duda sobre esta llegada de líderes nacionales a Euskadi, que puede «contaminar» la campaña por temas que puedan surgir en la agenda nacional.
Además, la sociedad vasca prima los acuerdos.
Por ejemplo, Gómez apunta que Otxandiano cometió un error al defender que gobernase la lista más votada.
«Lo que la gente quiere es que se formen mayorías y ese es el ganador».
La polarización de la campaña vasca entre PNV y EH Bildu
Las encuestas dan dos favoritos, PNV y EH Bildu, que se pelearán, pero dentro de unos límites.
«No va a haber una contienda con un enfrentamiento duro, de máximos, van a intentar buscar la posición central y rascar en temas como Osakidetza», sostiene García Rabadán.
Para Gómez, el PNV tiene que aspirar a «recuperar a muchos de sus votantes que no se han sentido representados desde el confinamiento de la covid, cuando los ciudadanos y los cargos del PNV y Urkullu parecían dos planetas diferentes».
«No han vuelto porque no está en peligro perder el gobierno, está muy asentada la coalición con el PSE».
Pero, si creen que van a perder, podrían movilizarse en un «efecto de última semana».
Por su parte, EH Bildu quiere atraer votantes del PNV desencantados por la gestión y no asustarles con planteamientos radicales.
«Bildu piensa en dentro de cuatro años, ahora va lento», cree Gómez.
Fue explícito el lehendakari, Iñigo Urkullu, cuando advirtió de que el candidato de EH Bildu, Pello Otxandiano, solo pronuncia la palabra «independencia» en euskera, en castellano se la calla.
Todos coinciden en que la gestión y sobre todo, Osakidetza, «la joya de la corona del autogobierno que ha perdido su valoración», como ha definido García Rabadán, va a ser protagonista.
La no condena de ETA por parte de EH Bildu saldrá, pero el «que viene Bildu» asusta poco.
La personalidad moderada de los candidatos
Los dos principales candidatos, Otxandiano y Pradales, tienen un perfil parecido.
«Vizcaínos, universitarios, moderados, del ‘aparato’ y muy poco mitineros. No son Arnaldo Otegi y Andoni Ortuzar», ha resumido García Rabadán.
Otxandiano se ha puesto chaqueta y gafas de pasta, y Pradales lleva más de una década de diputado foral con corbata.
Son «dos personas que transmiten centralidad, moderación y capacidad, no emocionantes, no son populistas, no tienen cara de besar niños», ha apostillado Gómez.
Al ser poco conocidos tendrán mucha presencia pública y abren la incógnita del papel de las personas de segunda línea en los dos partidos.
Por ejemplo, del lehendakari Urkullu, «que tiene una proyección pública y valoración muy por encima de los candidatos», ha recordado García Rabadán.
Gómez recalca la misma idea: «Es una elección de candidatos hipercontrolada, son hijos de Otegi y Ortuzar. Ese hilo no se va a romper en la campaña y van a acompañarles, cubrir emocionalmente los espacios que sus candidatos noveles no sean capaces de cubrir».
Gómez se ha extrañado de la primera estrategia de Otxandiano, presentando un ensayo «como si fuera la nueva Biblia. La gente no lee programas electorales, se va a leer un ensayo. No ha construido nada en torno a Osakidetza o la vivienda, no ha generado nada que asociemos a la solución de un problema urgente, está con vías más intelectualoides».
Los otros candidatos en campaña, «saltar a ver si se les ve el dedo»
El socialista Eneko Andueza eleva un poco la voz, pero está limitado porque ha sido socio de gobierno del PNV y han prometido seguir juntos tras los comicios, y porque Sánchez es socio de los dos favoritos, del PNV y de Bildu.
Gómez señala que el objetivo de la campaña socialista tiene que ser recuperar a sus votantes que no participan en las autonómicas, «no porque se vayan al PNV, sino que dejan de votar porque no las consideran tan importantes como las generales».
E
l candidato del PP, Javier De Andrés (PP), augura también una campaña de perfil bajo: «PNV, Bildu, PSE y Podemos son socios en Madrid, defienden lo mismo, entre ellos no se van a morder, y a mi no me van a morder para no darme protagonismo», ha resumido De Andrés a EFE.
Sumar y Podemos, un espacio ya de por sí a la baja, al ir por separado dan una imagen fraticida difícil de arreglar en campaña. EFE