Gregory Porter, protagonista del día en el Jazzaldia junto a John Zorn. EFE/Juan Herrero

Singular John Zorn y Gregory Porter siempre convincente

San Sebastián (EFE).- Tan inabarcable como iconoclasta la música de John Zorn ha irrumpido en el Festival de Jazz de San Sebastián en una jornada en la que Gregory Porter ha vuelto a expresarse convincente como siempre.

La tarde la ha iniciado en el Kursaal John Zorn con dos propuestas radicalmente diferentes: ‘Teresa de Ávila’ y ‘Suite para piano’, delicada la primera, conmovedora y brutal la segunda, pero emocionantes ambas.

La de este viernes ha sido la primera de las tres sesiones que esta 59 edición del Jazzaldia tendrá a Zorn como protagonista. Este sábado, su ‘Incerto’ y ‘Simulacrum’ sonarán en este auditorio donostiarra y el domingo estará en la Plaza de la Trinidad con New Masada Quartet.

Comienzo con ‘Teresa de Ávila’

La velada ha comenzado con ‘Teresa de Ávila’, pensada en principio para trío. En San Sebastián la han ejecutado en formato dúo Julian Lage y Gyan Riley, dos guitarristas magistrales que se sumaron por primera vez a la pléyade Zorn con el proyecto Bagatellas en 2015.

John Zorn ha subido al escenario para presentar a los músicos en las dos partes del concierto, aunque como es habitual en él no ha permitido una sola foto.

John Zorn en 2019, cuando recibió el premio Donostiako Jazzaldia. EFE/Juan Herrero


‘Teresa de Ávila’ mira al pasado y en ella resuenan ecos de la música judía y renacentista pero con la envoltura del compositor y saxofonista neoyorquino.

Tras este sosiego, ha llegado el estallido de la ‘Suite for piano’, un obra inspirada en las Variaciones Goldberg de Bach de forma libérrima como todo lo que hace Zorn, y sobre todo en Arnold Schoenberg.

El pianista Brian Marsella, con un sonido soberbio y poseedor de una técnica apabullante, el rotundo contrabajista Jorge Roeder y un sobresaliente Ches Smith a la batería han regalado más de 40 minutos memorables. Más de media hora llena de sorpresas que ha mantenido en vilo al público, que no sabía si lo siguiente era un trueno producido simultáneamente por un golpe de batería, los graves del bajo y del piano, un silencio o un tema melancólico.

Carrusel de cambios

Porque el recital ha sido un carrusel de cambios constantes de registros, de ritmos y de matices.

La suite ha comenzado con ‘Prealudiums’. Le han seguido la ‘Allemande’, que ha ido subiendo el tono para sosegarse de nuevo en ‘Sarabanda’ y estallar definitivamente en el frenesí diabólico del ‘Scherzo’. En ese momento, Brian Marsella ha arremetido contra el teclado con ataques certeros e implacables.

No ha sido la única vez. En ‘acaglia’, el frenesí pianístico ha ido ‘in crescendo’ hasta dejar exhausto a Marsella, para después resurgir melodías llenas de lirismo como la de la ‘Pavana’.

Esta ha sido la tónica de un concierto que no ha dado un minuto de descanso a la emoción con auténticas explosiones enérgicas en medio de un caos de notas que remansaban después en un pasaje posterior.

North Mississippi Allstars en pleno concierto. EFE/Juan Herrero

Tras el Kursaal, se han puesto en marcha los conciertos gratuitos en el exterior. En las terrazas junto a la playa de Gros han actuado, entre otros, Marcin Masecki Trio, Óscar Garrido Quintet y unos enérgicos North Mississippi All Stars.

Siempre convincente Porter

La doble cita en la plaza de la Trinidad la han protagonizado el pianista menorquín Marco Mezquida y el cantante y compositor estadounidense Gregory Porter, quien canta en el Jazzaldia por sexta vez.

El menorquín Marco Mezquida al piano. EFE/Juan Herrero


El público ha podido seguir la evolución de Porter desde 2013, año en el que actuó en las terrazas del Kursaal cuando aún no había recibido el primer Grammy, un concierto que él recuerda «con especial cariño» por el «entusiasmo del público» y porque le permitió hablar con músicos como Jamie Cullum y Robert Glasper.

«Hoy mismo, he tenido la oportunidad de desayunar con John Patatucci (el bajista actuó este jueves junto a Brad Mehldau y otros colegas), así que todo eso son cosas que aprecio enormemente», decía esta mañana en rueda de prensa.

Él ha regresado con sus músicos de siempre para esta actuación, un quinteto con el que tiene una relación «excelente», sobre todo con el pianista Chip Crawford, con el que mantiene «una conexión excepcional» desde el comienzo porque nunca se negó a «explorar» sus ideas musicales.

Gregory Porter durante su actuación en el escenario de ‘la Trini’. EFE/Juan Herrero

‘Revival’ de su álbum ‘All Rise’ y su clásico ‘Hey Laura’ han sonado al inicio de la noche, a los que han seguido un ‘On my way to Harlem’, ‘Take to the Alley’ y ‘Liquid Spirit’.

Marco Mezquida ha presentado al público donostiarra su último disco, ‘Tornado’, un trabajo con el que se propuso crear un viaje sonoro que evoque la fuerza natural de un tornado.