Bilbao (EFE).- El intento por parte sindical de constituir una mesa específica para negociar un salario mínimo propio en Euskadi ha fracasado al negarse la patronal vasca Confebask con el argumento de que la iniciativa pone en riesgo la competitividad y la sostenibilidad de las empresas vascas.
Representantes de Confebask y de los sindicatos ELA, LAB, CCOO y UGT se han reunido por espacio de hora y media en la sede del Consejo de Relaciones Laborales (CRL) en Bilbao, donde las centrales registraron el pasado 14 de enero sus respectivas peticiones para que se abra un foro que debata la regulación de un salario mínimo (SMI) propio para Euskadi.
Los sindicatos, sin embargo, han visto truncadas sus expectativas de que Confebask mostrase disposición a negociar la petición, ante lo cual han acusado a la patronal de «no estar a la altura» de lo que demandan la sociedad y los trabajadores y han augurado una mayor conflictividad laboral.
Para los representantes sindicales, la actitud de Confebask supone un «portazo» propio de «una patronal retrógrada» y «rancia».
En riesgo la competitividad
Confebask y sus organizaciones miembro -la vizcaína Cebek, la guipuzcoana Adegi y la alavesa SEA- han declinado la petición al considerar que la medida pone en riesgo la competitividad las empresas vascas.
En una nota, ha explicado que «el aumento de las cotizaciones sociales, los elevados registros del absentismo laboral en Euskadi, la reducción de jornada laboral por disposición legal -que irrumpe sobre lo pactado previamente en la negociación colectiva y rompe los equilibrios establecidos-, y la falta de flexibilidad organizativa en las empresas, hacen que la presión sobre los costes laborales sea unas de las principales preocupaciones empresariales por su impacto en la competitividad».
La organización empresarial ha indicado que esa preocupación se ve acrecentada por «la elevada incertidumbre económica» existente en el ámbito internacional y por la «amenaza» que supone la crisis en el sector del automóvil para las perspectivas industriales en Europa y Euskadi.
Además, ha considerado que «el ‘Salario mínimo propio’ ya existe en Euskadi y se llama negociación colectiva sectorial y provincial», que establece «los ‘salarios mínimos y máximos ’ para cada sector y empresa, en función de sus diferentes realidades y posibilidades».
En su opinión, «la pretensión de establecer un salario mínimo general, sin tener en cuenta esas distintas realidades, produciría, además del correspondiente efecto escalada sobre el resto de la tabla salarial, la ruptura de la lógica de esa evidente relación entre el salario y la situación particular de cada ámbito en cuestión».
A su juicio, el modelo vigente permite que el poder adquisitivo de las personas «sea compatible con la competititividad de las empresas».
«Patronal retrógrada»
Además, Confebask ha destacado que Euskadi dispone del salario medio más alto y de la jornada laboral más reducida de todo el Estado. Según sus datos, el salario medio a jornada completa en Euskadi es un 18 % superior al que se paga en el Estado.
Para ELA, las explicaciones de Confebask son «excusas para no abordar que hay que acabar con la pobreza laboral». Así lo ha considerado el representante de este sindicato Peio Igeregi al término del encuentro en el CRL.
El representante sindical ha considerado que Confebask muestra que es «una patronal retrógrada» y «autoritaria», que pretende «una estructura económica basada en la explotación e la gente».
Ante ello, ha abogado por «presionarla de otra manera», mediante la recogida de «miles de firmas» en apoyo a la Iniciativa Legislativa Popular (ILP) que ELA ha registrado junto a LAB, ESK, Steilas, Hiru y Etxalde en el Parlamento vasco en favor de un Salario Mínimo Interprofesional (SMI) propio en Euskadi.
Desde LAB, Ohiana Lopetegi ha señalado que su organización se movilizará y trabajará para que dicha ILP salga adelante tras la negativa de Confebask, que ha considerado una decisión «muy grave».
Para el representante de CCOO Francisco Osuna, «Confebask no ha estado a la altura» y «ha demostrado que es lo más rancio y antiguo posible».
«Es una pena», ha indicado el sindicalista, que ha augurado una mayor conflictividad para poder subir los salarios en los sectores más precarios a través de la negociación colectiva.
También Dani González, de UGT, ha considerado que Confebask «no ha estado a la altura» con su negativa a negociar un SMI propio en Euskadi, «una oportunidad perdida» y «un jarro de agua fría» a la pretensiones sindicales, según ha lamentado al término del encuentro en el CRL.
Sorpresa en el Gobierno Vasco
Desde el Gobierno Vasco, el vicelehendakari segundo y consejero de Economía, Trabajo y Empleo, Mikel Torres, ha mostrado su sorpresa por la negativa de patronal vasca Confebask.
En un comunicado, ha lamentado que se haya perdido una «oportunidad magnífica» para que el diálogo y el acuerdo entre diferentes sea «característica fundamental de las relaciones laborales».
Tras advertir que los acuerdos interprofesionales son «muy escasos en el mundo sociolaboral vasco», ha sostenido que la mesa de diálogo hubiera sido una «magnífica oportunidad» para iniciar una fase de negociación.
A su juicio, «llama la atención» que la patronal apele a la negociación colectiva en la cuestión sobre la reducción de la jornada laboral y, al mismo tiempo, no entre ni siquiera a negociar un posible acuerdo interprofesional.
A través de redes sociales se ha posicionado EH Bildu en relación a este asunto. Su portavoz en el Parlamento vasco, Nerea Kortajarena, ha abogado por «redoblar los esfuerzos» para que tenga «reflejo» la reivindicación «mayoritaria» en favor de la mejora de las condiciones laborales tras clarificarse «la postura errática de Confebask en torno al SMI propio». EFE