Una imagen de la artista Helen Frankenthaler en el Museo Guggenheim. EFE/Miguel Toña.

El Guggenheim acoge la mayor muestra en España de la pionera abstracta Frankenthaler

Bilbao (EFE). El Museo Guggenheim Bilbao acoge la mayor exposición que se ha llevado a cabo en España de la artista pionera de la abstracción Helen Frankenthaler.

Bajo el título ‘Pintura sin reglas’, la muestra recoge un recorrido cronológico por la prolífica carrera de esta artista estadounidense, nacida en Nueva York en 1928 y que falleció en Connecticut en 2011.

La exposición abarca seis décadas a través de treinta cuadros creados entre 1953 y 2002.

Incluye también una selección de pinturas y esculturas de algunos de sus coetáneos con los que generó sinergias y afinidades como Jackson Pollock o Mark Rothko.

En la muestra se exhiben dos cuadros de Frankenthaler que forman parte de la colección del museo bilbaíno: ‘Santorini’ (1965) y ‘Réquiem’ (1992).

Así lo ha destacado la directora del Guggenheim Bilbao, Miren Arzalluz. en la presentación de la exposición.

También ha recordado que en 1988, el Guggenheim ya acogió otra muestra de la artista.

En esta ocasión está organizada por la Fondazione Palazzo Strozzi, de Florencia, y la Helen Frankenthlaer Foundation, de Nueva York, en colaboración con el propio museo.

Sin reglas

El comisario de la exposición, Douglas Dreishpoon, ha destacado que en la carrera de esta «artista brillante» resalta el concepto ‘sin reglas.

«Aplicado al mundo del arte supone el fomento de la creatividad», ha subrayado.

Frankenthaler desempeñó un papel «fundamental» en la transición del expresionismo abstracto a la pintura de campos de color.

También se le conoce como «inventora» de la técnica «empapar y manchar».

La obra ‘Azul móvil'(1973) incluida en la exposición de Helen Frankenthaler del Museo Guggenheim. EFE/ Miguel Toña

«Su evolución artística siempre fue sin reglas, bohemia, libre, con una dinámica interesante, porque tenía su propio estilo, pero también la habilidad de entender y asimilar otras cosas, y externalizarlas como propias», ha explicado Dreishpoon.

La exposición esta diseñada cronológicamente, década a década, y comienza en 1950.

En esa época, una joven Frankenthaler, impresionada por las abstracciones gestuales de la obra de Pollock, pinta imágenes «ambiguas, misteriosas como poemas».

Se incluye en estos años la ‘Pared abierta’ (1953) y su innovadora ‘Montañas y mar’ (1952).

Este último cuadro no ha podido trasladarse a Bilbao desde la Galería Whasington D.C., donde está como préstamo.

Década de 1960

Esta década imprime un nuevo rumbo a sus pinturas.

La artista coquetea con las imperfecciones y «busca el humor» en sus obras.

‘Santorini’ (1965) es uno de los cuadros que se incluye en esta sección.

En esos años también mantiene relaciones de amistad con David Smith, Rothko o Anthony Caro mientras estuvo casada con el también pintor Robert Motherwell.

Se divorciaron en 1971 tras trece años de matrimonio.

En los años 70 se reinventa y muestra paisajes marinos, panorámicas o dibujos con franjas como ‘Mañanas’ (1971) o el «magistral» ‘Azul móvil'(1973).

Con esta última obra «trasciende» los límites de técnica de las manchas.

Ya en los 80, coincidiendo con su madurez, pinta «otra clase de espacio y de luz», como se aprecia en ‘Contemplando las estrellas’ (1989).

Una imagen de la exposición de Helen Frankenthaler en el Museo Guggenheim. EFE/ Miguel Toña

Los 90

En los 90, Frankenthaler pinta de dos maneras: la primera que podría empezar y acabar en una sesión, y la segunda, que implicaba «una superficie más trabajada».

De esta época son ‘Jano’ (1990) y ‘Réquiem’ (1992),.

También es el período de grandes exposiciones organizadas en su honor en Estados Unidos y Alemania, así como la que tuvo lugar en Bilbao.

Después de un segundo matrimonio en 1994 y ya en los 2000 surgen obras marcadas por el optimismo y la alegría como ‘Cassis’ (1995) y obras más tardías como ‘Exposición al sur’ (2002) en las que siguen presentes la belleza.

La treintena de obras de Frankenthaler están acompañadas en la exposición por obras como ‘Circuncisión’ (1946) de Pollock; ‘Sin título’ (1949) de Rothko; ‘Sin título’ (1964) de Smith, o ‘Subiendo la escalera’ (1979-1983) de Caro. EFE