Homenaje a López de Lacalle en el 25 aniversario de su asesinato a manos de ETA, EFE/Javier Etxezarreta

Llamamiento contra el olvido en el homenaje a López de Lacalle en Andoain

Andoain (Gipuzkoa) (EFE).- José Luis López de Lacalle, a quien ETA asesinó hace 25 años, ha recibido el homenaje de familiares y amigos en un acto contra el olvido que ha tenido lugar en Andoain (Gipuzkoa). Allí, la socialista y exalcaldesa del municipio, Maider Laínez, ha apelado a la necesidad de que los jóvenes conozcan lo ocurrido durante los años de terrorismo frente a quienes intentan «blanquearlo».


Laínez ha pedido a los que aún no han condenado la violencia de ETA, que lo hagan, y digan que «nunca se debió asesinar a nadie, que ningún asesinato tuvo sentido jamás». «Deben ser valientes y decirlo ya de una vez», ha recalcado tras la ofrenda floral ante el monolito en memoria del columnista del diario El Mundo en el parque que lleva su nombre.

Víctimas de ETA y de la violencia callejera


La viuda de López de Lacalle, Mari Paz Artolazabal, y Alain, uno de los dos hijos del matrimonio, han estado arropados en este acto por representantes políticos y por otras víctimas del terrorismo. Por personas a las que ETA arrebató a alguno de sus seres queridos, como Rubén Múgica, hijo de Fernando Múgica, asesinado en 1996, y Maixabel Lasa, cuyo marido, Juan Mari Jauregi, murió de varios disparos en 2000.

Alain López de Lacalle y Mari Paz Artolazabal. EFE/Javier Etxezarreta


También han acudido muchos de quienes sufrieron el acoso constante de la llamada ‘kale borroka’. Entre ellos, Ignacio Latierro, fundador de la librería Lagun, y concejales como Estanis Amutxastegi y José Luis Vela, que lo hicieron desde Andoain; Patxi Elola, desde Zarautz; y Joxean Rekondo, que padeció la hostilidad de los violentos en la vecina Hernani.



La consejera vasca de Justicia, María Jesús San José, y el exviceconsejero de Derechos Humanos, Memoria y Cooperación Antonio Rodríguez Ranz se encontraban asimismo entre los que han rendido tributo a este miembro fundador del Foro Ermua.

El valor de la convivencia


Ante todos ellos, Laínez ha destacado que su amigo y compañero, que estuvo encarcelado cinco años durante el franquismo, fue asesinado por ETA «por defender las ideas a través de la palabra y por ser un librepensador».


«Hoy es un día complicado, un día intenso, un día muy duro en el que le recordamos muchos, pero sobre todo es un día que nunca tenía que haber existido. Me gustaría que nuestra juventud y las siguientes generaciones conozcan todo el daño que el terrorismo nos ha causado para que no se repita nunca más», ha remarcado.

Laínez deposita un ramo de flores en el monolito en memoria de López de Lacalle. EFE/Javier Etxezarreta


Ha dicho que «hay que hablar con ellos, aunque algunos se empeñen en decir que no». «Debemos motivarlos y que conozcan la importancia de los valores como la tolerancia, la convivencia y la pluralidad. No podremos construir un futuro en convivencia, una memoria, si los jóvenes no saben todo lo que aquí ha pasado y el daño que el terrorismo ha causado», ha subrayado.

Silencio y agradecimiento



«Que algunos no intenten blanquear lo que aquí ha pasado. Que no intenten llamar a las cosas con otro nombre o equiparen el lenguaje», ha advertido Lainez. A la exregidora le llaman la atención las condenas que sí se han producido por los recientes ataques sufridos por personas que «piensan diferente sobre las energías renovables». Es el caso de Aritz Otxandiano, hermano del portavoz de EH Bildu en el Parlamento Vasco.


«¿Cómo se puede llegar hasta ahí y quedarse ahí, reconocer eso y no decir nada más? Todos sabemos todo lo que hemos sufrido y por eso nosotros, desde luego, vamos a condenar siempre todos esos ataques y a defender siempre la libertad de pensamiento. Cómo nos habría gustado que otros también lo hubieran hecho cuando se intimidaba, cuando se presionaba, se atacaba e incluso se mataba», ha enfatizado.

Manifestación en Bilbao al día siguiente del asesinato de López de Lacalle. EFE/Txema Fernandez


Un minuto de silencio ha cerrado este homenaje, en el que Alain López de Lacalle ha dado las gracias y un abrazo a quienes «año tras año» han estado junto a la familia, desde aquel 7 de mayo de 2000 en el que un joven de ETA mató de cuatro tiros a su padre cuando regresaba a casa bajo un paraguas y con dos bolsas con los periódicos de ese domingo.