Oviedo (EFE).- El pasado año se declararon en Asturias cinco casos de SIDA y se detectaron 58 nuevos casos de infecciones por el virus de inmunodeficiencia humana (VIH), la mitad de ellos de forma tardía, según los datos de la Consejería de Salud del Principado, que ha destacado que nueve de cada diez casos se deben a relaciones sexuales sin protección.
Aunque el número de casos de VIH se ha incrementado en once respecto a 2021, la cifra se mantiene por debajo de las registradas antes de la pandemia, y en el caso de los enfermos de SIDA la reducción sigue siendo «muy notable» por la generalización de los tratamientos antirretrovirales.
El 79 por ciento de las nuevas infecciones afectan a hombres, mayoritariamente de entre 25 a 44 años, y con una incidencia algo superior en la franja de 25 y 34, al igual que en el caso de las mujeres.
La transmisión sexual interviene en el 91 por ciento de los casos, y de ellos, el 60 por ciento se originan por relaciones homosexuales o de hombres que mantienen sexo con otros hombres y el resto por relaciones heterosexuales.
El contagio por prácticas de riesgo vinculadas al consumo de drogas por vía intravenosa, que fue importante hace años, es ahora muy poco habitual y sólo se registró un caso el pasado año.
Día Mundial de Lucha contra el Sida
Con motivo de la celebración mañana del Día Mundial de la Lucha contra el Sida, la Consejería de Salud ha recordado hoy que el uso del preservativo es el mejor medio de protección y prevención frente a las infecciones de transmisión sexual, incluido el VIH.
También ha instado a las personas que mantienen prácticas de riesgo a realizar las pruebas para la detección del virus, disponibles tanto en centros de salud como en farmacias y en la sede del Comité Ciudadano Anti-SIDA del Principado.
La disminución de la percepción de riesgo puede derivar en una menor detección y en diagnósticos tardíos, como ocurre en el 53 por ciento de los nuevos casos que llevan aparejado un mayor deterioro del sistema inmunitario y un peor pronóstico para los pacientes, ya que no pueden beneficiarse de los tratamientos al inicio de la infección.
Otro de los perjuicios que causa esta demora es que, al desconocer su estado de salud, la persona afectada no puede adoptar las medidas preventivas oportunas para reducir la transmisión desde que se produce el contagio y hasta el diagnóstico.
Los casos de VIH que han evolucionado a SIDA han disminuido de manera muy notable desde que se generalizaron los tratamientos antirretrovirales, lo que ha permitido reducir la mortalidad.
En 2022 se notificaron en Asturias cinco casos, lo que implica una tasa anual de 0,5 por 100.000 habitantes, tres décimas por debajo de la del conjunto del país, con 331 casos declarados de SIDA. EFE
