Sede del Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA). EFE/ J.L.Cereijido

El análisis dactilar prueba que el cadáver de Somiedo era el hermano de los detenidos

Oviedo (EFE).- Las pruebas de huellas dactilares han confirmado que el cadáver encontrado hace una década junto a una carretera en Somiedo corresponde al hermano del hombre y la mujer que permanecen en prisión preventiva y que pudieron haber cobrado su pensión durante todos estos años.

Según ha informado este miércoles el Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA), las pruebas recibidas por el Juzgado de Instrucción número 4 de Gijón reflejan una identificación «positiva» ya que los datos obtenidos en su día del cadáver coinciden con las huellas que se tenían del DNI del fallecido.

El Juzgado de Instrucción número 4 de Gijón ordenó la semana pasada el ingreso en prisión provisional de los dos hermanos, que podrían haber cobrado durante una década la pensión de su hermano tras deshacerse del cuerpo después de que muriera de forma natural.

El juzgado les atribuía hasta el momento un delito de detención ilegal por no haber atendido durante años a los requerimientos realizados por la istración autonómica para que llevasen a su hermano, que era dependiente por su discapacidad y del que tenían la custodia, a una valoración de los servicios sociales.

Ante la identificación positiva, la magistrada está valorando el posible cambio en la calificación de las diligencias abiertas en su juzgado, así como la posibilidad de celebrar a lo largo de las próximas horas una nueva comparerencia respecto al mantenimiento o no de la prisión privisional para los dos detenidos.

Fuentes judiciales apuntan que ahora se les podría imputar un delito contra la Seguridad Social por haber cobrado la pensión de su hermano durante diez años.

Ambos hermanos ingresaron la semana pasada en el Centro Penitenciario de Asturias después de haber sido detenidos en el País Vasco, adonde se habían desplazado tras conocer que estaban siendo buscados.

El juzgado dictó en octubre una orden de detención después de que se comprobase que ninguno de los hermanos se encontraba en la vivienda que figuraba como su residencia habitual.

Tras su localización y detención en el País Vasco, los hermanos alegaron que su hermano había fallecido hace una década y que su cadáver se correspondía con el hallado el 11 de enero de 2015 por unos montañeros cerca de una carretera en Somiedo.

Según afirmaron, su hermano falleció por causas naturales y lo trasladaron hasta ese paraje de alta montaña porque no sabían qué hacer con el cuerpo.

La autopsia realizada entonces al cadáver, cuya identidad seguía siendo una incógnita hasta ahora, descartó que la muerte hubiera sido violenta.