Oviedo (EFE).- El hombre de 59 años que permanecía atrincherado desde última hora de la tarde de ayer con una garrafa de gasolina en el interior de una caseta de aperos en el concejo asturiano de Grado y amenazaba con quemarse si no era escuchado por el alcalde ha depuesto su actitud pasado el mediodía de este miércoles, ha informado la Guardia Civil.
El hombre, que sí pudo hablar finalmente durante varios minutos con el alcalde, José Luis Trabanco, salió voluntariamente de la caseta en la que se encontraba y, tras abrazarse a su hermano, emprendió la huida, aunque fue alcanzado por varios agentes de la Guardia Civil.
Posteriormente, fue conducido por los agentes hasta los servicios médicos que se habían desplazado a la zona y tras ser atendido en el lugar se decidió que no era necesario trasladarlo a un centro hospitalario.
En el episodio, en el que un negociador de la Guardia Civil se mantuvo con él durante horas en o, al parecer estuvo motivado por un problema relacionado con una decisión adoptada por el Ayuntamiento respecto a una finca de su propiedad.
La caseta en la que se atrincheró se encuentra en una zona aislada conocida como Molino de Agosto, junto a los depósitos de agua de Grado, a unos 30 kilómetros de Oviedo, por lo que, según el Instituto Armado, la situación estaba «exenta de riesgo para terceras personas».
El aviso de lo que estaba sucediendo lo dio la mujer del hombre, que se personó en dependencias de la Guardia Civil de Grado pasadas las 20:00 horas. EFE