Lydia Espina dimite como consejera de Educación

Oviedo (EFE).- La consejera de Educación, Lydia Espina, ha anunciado este lunes su «decisión irrevocable» de dimitir tras la multitudinaria manifestación que se celebró ayer en el centro de Oviedo, en la que miles de docentes exigieron mejoras salariales y laborales, y ante el inicio de una huelga indefinida en todas las etapas educativas no universitarias.

En una carta remitida al presidente del Principado, Adrián Barbón, Espina ha itido que «los acontecimientos que se han venido desarrollando en las últimas semanas», en las que los sindicatos realizaron varios paros y protestas, le han supuesto «un enorme desgaste emocional y personal que ha llegado a su límite».

«Siento que el ruido y los ataques han traspasado los límites de lo racional y lo político, llegando a lo personal. Y se han impuesto a cualquier posibilidad de diálogo desde el respeto que todos y todas merecemos. Esto es algo que resulta imprescindible para avanzar en pro de ese objetivo común que es mejorar la educación pública», ha manifestado Espina.

La hasta ahora consejera, que ocupaba el cargo desde julio de 2021 y que con anterioridad fue directora general del Planificación e Infraestructuras Educativas, ha considerado que estas circunstancias no puede ser parte de una solución de la que se ha mostrado «convencida» de que terminará por alcanzarse.

La manifestación convocada ayer por todos los sindicatos docentes, que hoy inician una huelga indefinida convocada de forma unitaria, congregó en el centro de Oviedo a unas 30.000 personas según los organizadores y una 19.000 según la Delegación del Gobierno.

Espina ha dicho que le preocupa «que este conflicto acabe deteriorando la confianza y la percepción de la sociedad asturiana sobre la educación pública», cuando se trata de «un sistema que está en la actualidad a la cabeza de todas las evaluaciones nacionales e internacionales, no sólo en éxito académico sino también por su equidad».

La hasta ahora titular de Educación, que ocupaba el cargo desde julio de 2021, ha itido que ha cometido «errores, como los comete cualquier ser humano», pero ha precisado que «nunca» ha tomado una decisión «para agraviar ni despreciar a nadie», ya que «todas y cada una han tenido como objetivo reforzar un sistema educativo que potenciará las capacidades de todo el alumnado, atendiendo también a su bienestar emocional, acompañando a las familias y a los docentes y respondiendo a las necesidades de la sociedad asturiana».

Las reivindicaciones sindicales

El conflicto en la educación pública asturiana comenzó hace unas semanas tras la decisión de la consejería de suprimir la reducción de jornada en los meses de junio y septiembre ante la extensión del servicio de comedor a dichos periodos, aunque los sindicatos también exigen una batería de medidas para mejorar la educación pública asturiana.

Algunas de estas reivindicaciones son una subida salarial, un aumento de las plantillas, la reducción de la burocracia y la dotación de más personal para atender la diversidad del alumnado.

La de Espina es la segunda dimisión que se produce en el Gobierno de Barbón en los últimos meses, tras la anunciada el pasado 15 de abril por la consejera de Transición Ecológica, Industria y Comercio, Belarmina Díaz, tras el accidente de la mina de Cerredo que el 31 de marzo provocó cinco muertos. EFE