Madrid (EFE).- La dana ha agravado la situación de vulnerabilidad que ya de por sí viven las mujeres embarazadas por sus condiciones fisiológicas, mentales y psicológicas, motivo por el que el Colegio Oficial de Psicología (COP) ha publicado una guía en la que les aconseja alejarse de las redes sociales para no aumentar su ansiedad.
Los psicólogos recomiendan poner el foco en este grupo al que las restricciones de movilidad y las condiciones inseguras creadas durante y después de una catástrofe hacen aún más vulnerable, aunque piden extender la atención también a otros de la familia, incluidos los cónyuges, otros hijos o los abuelos para reducir su malestar psicológico.

En cualquier caso, el COP aconseja pedir apoyo de un experto de la salud mental si ese malestar perdura y las afectadas se sienten tristes la mayor parte del tiempo, tienen irritabilidad intensa o ansiedad constante, falta o exceso de apetito, insomnio o hipersomnia, recuerdos intrusivos, pensamientos de querer autoinfligirse daño o dificultades de vínculo con el bebé.
La Subdivisión de Psicología perinatal del Consejo ha publicado una guía de apoyo psicológico con una serie de pautas para ayudar a este grupo especialmente vulnerable
Descanso y rutina
Pese a que pueda resultar difícil, es muy aconsejable intentar descansar por las noches, hacer pausas durante el día de trabajos físicos y mantener una rutina de sueño, descanso y alimentación lo más similar a la de antes.
Las emociones
Hacer «ventilación emocional», hablar de cómo se siente una, no dejar que las emociones se enquisten. Si no es posible hablar con una persona cercana, es recomendable buscar un grupo de apoyo o ayuda psicológica, incluso virtual para embarazadas, en el que poder compartir con otras mujeres o madres lo vivido.
Es normal experimentar ansiedad, miedo, ira, depresión o que todas esas emociones vayan y vengan. La expresión emocional a través del cuerpo, el baile, la música, cantar, dibujar, modelar o escribir pueden ser buenos recursos.
Redes sociales y medios de comunicación
Es importante mantenerse informada, pero sobre todo las redes sociales, en lugar de fortalecer la preparación para gestionar situaciones de emergencia, en muchas ocasiones aumentan la ansiedad.
De hecho, una exposición mayor a las redes se asocia con tasas más altas de depresión y ansiedad debido al fácil a información angustiosa. «Cuídate y no veas más allá. O incluso delega y que te informe solo tu pareja u otro familiar», recalca la guía.
Utilizar técnicas de respiración y «mindfulness»
Ayudan a poder bajar el nivel de activación. Si es muy complicado hacerlo sola, se puede buscar alguna ayuda en línea o app como «Pettite bambou».
La respiración es el primer vehículo para lograr la calma, y hay que hacerlo despacio y de forma consciente, sintiendo como entra y sale el aire por nariz y boca.
Movimiento y ‘grounding’
Caminar en la medida de lo posible, moverse por zonas seguras aunque sea de forma intermitente mínimo 30 minutos diarios, puede ayudar a la gestión del estrés emocional.
Otras técnicas como el ‘grounding’ -sentarse y ser consciente del suelo y del peso de los pies- puede ayudar para conectar con el presente.
Actividad física y autocuidado
Mantener una rutina de autocuidado es importante en cualquier momento vital y aún más en un proceso gestacional porque ayuda a reducir los niveles de ansiedad.
Cuando se pueda y en la medida de lo posible, es aconsejable realizar una actividad física con asesoramiento profesional.
Preparación y vínculo previo
Dedicar un tiempo al futuro bebé tiene un efecto distractor y de esperanza que aporta un nivel de control de la situación, reduciendo así la ansiedad.
A las madres con bebés pequeños también puede serles útil hablarles sencillamente del día a día y buscar momentos de paz y conexión.
Todo en su justa medida
Es normal que en una situación crítica se pueda estar más alerta e hipervigilante de aquello que esté relacionado con la catástrofe, pero si esto tiene una duración o un nivel de intensidad que interfiere y genera malestar, sería conveniente buscar apoyo profesional.
Buscar red
Ya sea con la pareja, familia, amigas o personas cercanas, el social es un factor protector en salud mental, por lo que buscar esa red de apoyo en la que transitar durante este periodo será un acierto.
Realismo y seguridad
Ante una situación de catástrofe, el cuerpo prioriza la supervivencia, y hasta que no consiga un nivel de seguridad mínimo, lo más probable es que no baje el nivel de alerta y ansiedad
El proceso de adaptación tras una situación catastrófica requiere de un tiempo para recomponer, procesar y reconstruir, pero tiene una duración determinada y no será un estado perpetuo.