Barcelona (EFE).- El Hospital Vall d’Hebron se ha convertido en el primer centro español en realizar un trasplante pediátrico simultáneo de corazón e hígado mediante una técnica. Esta técnica preserva el hígado más allá de las ocho horas tras la extracción y reduce complicaciones durante la intervención quirúrgica.
El hospital barcelonés ha informado hoy de que la intervención duró unas 20 horas y se llevó a cabo meses atrás. Permitió salvar la vida de Anas, un joven de 15 años (ahora tiene 16) que nació con un solo ventrículo y desarrolló una cirrosis hepática severa.
Más de 30 profesionales participaron en esta compleja cirugía. Para realizarla se utilizó una innovadora técnica que permite preservar el hígado más allá del tiempo habitual y reducir complicaciones.
El trasplante cardiohepático pediátrico es una operación extremadamente rara que en España solo se había intentado una vez antes, precisamente en el mismo hospital y sin éxito.
En Europa son pocas las instituciones que cuentan con la capacidad técnica para realizar este tipo de procedimientos, y en Estados Unidos apenas se han registrado unas 30 intervenciones de este tipo desde los primeros casos hace cuatro décadas.
Una intervención de alta complejidad
Anas nació con un único ventrículo, lo que le obligó a someterse a tres cirugías cardíacas en sus primeros años de vida, entre ellas la de Fontan. Se trata de un tratamiento paliativo que permite vivir a los niños que nacen con esta condición, una malformación grave que impide la circulación sanguínea normal.
Pero después de estas operaciones, con el tiempo su corazón empezó a fallar y los médicos descubrieron que también sufría una cirrosis hepática avanzada.
«Cuando se indica un trasplante cardíaco en pacientes con cirugía de Fontan, siempre se debe analizar el estado del hígado. En su caso, estaba cirrótico, por lo que probablemente no habría sobrevivido a un trasplante solo de corazón», ha destacado el jefe de la Unidad de Hepatología y Trasplante Hepático Pediátrico de Vall d’Hebron, Jesús Quintero.

Anas Mastour, acompañado de su madre, del doctor Jesús Quintero y de la enfermera Lis Vidal (i), es el primer transplantado pediátrico de corazón e hígado simultáneo de España, gracias a una nueva técnica que permite preservar el órgano hepático durante horas y presentada hoy en el hospital Vall D´hebron de Barcelona. EFE/Alejandro García
Tras una exhaustiva planificación, el equipo decidió realizar el trasplante doble, primero el corazón y luego el hígado, utilizando la técnica Hope, que oxigena el órgano donado y permite mantenerlo en mejores condiciones fuera del cuerpo.
Esta innovación reduce el riesgo de daño isquémico, da más margen a los cirujanos cardíacos y disminuye las complicaciones postoperatorias.
«Muchas veces trabajamos contrarreloj en los trasplantes, pero esta técnica nos da más tiempo para operar sin que el hígado sufra», ha señalado el doctor Quintero.
Una recuperación esperanzadora
Anas pasó semanas en recuperación. El proceso fue complejo, pero su evolución ha sido favorable.
El joven podrá retomar ahora sus estudios con normalidad: «El curso que viene podré empezar Bachillerato y estudiar de forma continuada, sin faltar a la mitad de las clases como antes», ha afirmado Anas.
El joven quiere estudiar el grado de Física y Matemáticas en la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), pero sus planes no son solo académicos, sino que también quiere viajar y disfrutar de la vida que antes no podía llevar. «Quiero ir a PortAventura, al Park Güell y, si me dejan, a Madrid. ¡Y ahora puedo comer paella!», ha asegurado con la mejor de sus sonrisas.
Su madre, Malika, agradece al equipo médico la nueva oportunidad que le han dado a su hijo: «El Anas de antes no es el de ahora. Hemos pasado de vivir con miedo constante a poder hacer planes sin preocuparnos por urgencias cada dos por tres», ha dicho, visiblemente emocionada.
En adultos, un doble trasplante simultáneo de corazón e hígado en un paciente con cardiopatía congénita se había realizado en 2021 en el Hospital Gregorio Marañón de Madrid. El de Anas es el primer caso pediátrico de éxito de esta intervención en España.